domingo, 15 de junio de 2014

Cuatro hermanas (1938) Un tipo duro en la casa de Andy Hardy

         Warner Brothers, quería hacer de Errol Flynn un actor todoterreno, tanto en el drama (Las hermanas 1937) como en el género de la comedia. Después de rodar  The Perfect Specimen y Four's a Crowd dirigidas por Michael Curtiz, teniendo de por medio la mítica “Robin de los bosques”, tenían planeado otro vehículo que los volviera a unir, una tragicomedia familiar basada en un relato de la popular Fannie Hurst titulado “Sister act”.
 
         El título original iba a ser “Because of a man” pero finalmente recibió el de “Cuatro hijas” y Flynn fue reemplazado por Jeffrey Lynn, un galán que había firmado por el estudio el pasado año y que ya había intervenido como secundario en otros dos filmes. La no inclusión de la gran estrella de la Warner, propició que no fuera la película de gran presupuesto originalmente planeada, más esto no importaba demasiado si el que manejaba las riendas del proyecto era Curtiz. Uno de los directores más eficaces que han existido en la historia del cine.
         Con esta película Warner seguía la estela de su más poderoso rival MGM, que llevaba un año encandilando a las audiencias con la serie de Andy Hardy protagonizada por Mickey Rooney. Pero en esta historia de mocitas casaderas, había un elemento que sería impensable en el estudio del león, John Garfield. En su debut en el cine interpretaba a Mickey Bordem, con su aspecto desaliñado y su dialógo amargo, su personaje un arreglista sin suerte ni dinero era como una  bomba de relojería en el feliz hogar de los Lemp.
 
 
         Un hogar que formaba, el patriarca, un profesor de música viudo al que interpretaba Claude Rains, quien acababa de ser el malvado príncipe Juan en “Robin de los bosques”. A su lado su hermana “Tía Etta” encarnada por Mary Robson, una veterana actriz australiana cuyo papel más importante fue el de Annie Manzanas en “Dama por un día” que en su posterior remake “Un gangster para un milagro” hiciera Bette Davis. Los papeles de las jovencitas de la casa también virtuosas de la música, corrían a cargo de las tres hermanas Lane : Rosemary, Lola y Priscilla que fue la que tuvo una carrera más dilatada. Priscilla que impactaba ante la cámara por su desenvoltura y belleza, no intervino en demasiados filmes, dejándonos aparte de este y sus correspondientes secuelas, su participación en dos clásicos imperecederos “Los violentos años veinte” y “Arsénico por compasión”, además de en uno de los filmes menos conocidos de Hichtcock “Sabotaje” donde sustituía a la inicialmente prevista Barbara Stanwyck. La cuarta hermana era Gale Page, una atractiva cantante de la orquesta de Ted Weems, una banda de bastante éxito en la época del swing participando en los programas de radio de Bing Crosby y Jack Benny. Page fichó por Warner donde nunca consiguió despegar como una estrella. Uno de sus pocos filmes que hoy se recuerdan son “La pasión ciega” un duro filme de Raoul Walsh con Bogart y George Raft, aunque su papel era secundario, siendo las primeras damas Ann Sheridan e Ida Lupino.
 
 
 
 
         Pese a los cambios efectuados, recorte de presupuesto y obviamente no contar con Flynn que era una de las mayores estrellas del momento, “Cuatro hijas” tuvo un gran éxito. Su protagonista masculino Jeffrey Lynn estuvo a la altura de las circunstancias, en su encantador papel del seductor compositor Felix Deitz. Pero la sensación fue sin duda John Garfield quien fue nominado al oscar por su interpretación. El traía un nuevo tipo de anti héroe que sería el modelo que emularían los jóvenes actores de la década de los cincuenta, empezando por Marlon Brando cuyo Stanley Kowalsky fue originalmente pensado para Garfield.

 
 
La película estuvo también nominada a cuatro categorías más, incluyendo la de mejor película, mejor guion adaptado (Lenore J. Coffee y Julius J. Epstein) mejor sonido y mejor director. Curiosamente Curtiz estuvo nominado ese año por dos filmes, el que hoy nos ocupa y “Ángeles con caras sucias” cuyo rodaje acometió nada más terminar el de “Cuatro hijas”, aunque el que se llevó el gato al agua fue Frank Capra por “Vive como quieras”. Un hecho que no se volvería a repetir hasta el año 2.000 cuando Steven Soderbergh, estuvo nominado simultanemente por  Erin Brockovich y Traffic.
 
 
 
         El inesperado éxito de la cinta hizo que el estudio primero reuniera a todo el reparto, incluyendo a Curtiz en  “Daughters courageous” cuyo argumento nada tenía que ver con la cinta original. Pese a su evidente calidad, Curtiz afirmaba que era su obra maestra desconocida, el público le volvió la espalda. Eso no pasó con las otras dos cintas que si seguían la historia de la familia Lemp “Cuatro esposas” la única de la saga estrenada en España y “Four Mothers” la más dramática de todas en la que William Keighley, reemplazó a Michael Curtiz. En 1954 se volvió a rodar una versión musical con Frank Sinatra y Doris Day que en nuestro país se tituló “Siempre tú y yo”.
 
 
 
 
         Yo solo he podido ver esta “Cuatro hijas” que recomiendo fervientemente. Un gran trago de comedia, con unas gotas de drama y amargura, para conseguir un estupendo cocktail del mejor cine clásico.
P.D. Exceptuando Mary Robson, Claude Rains y John Garfield, aunque esta muriera prematuramente con 39 años, hemos comentado que el resto del elenco tuvo carreras cortas en el cine. Igual pasó con Jeffrey Lynn. Quien acabó en la televisión, después que su incorporación a filas en 1941 quebrara su trabajo como actor. Después del conflicto bélico apenas pudo lucir en el cine, siendo su papel de Brad el esposo de Deborah Bishop (Jeanne Crain) en “Carta a tres esposas” el único que ha perdurado.
 
 
 
 
 
 
 
 

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