Empezamos el
año con Raoul Walsh, que es
comenzarlo con cine de calidad y que asegura entretenimiento. En esta ocasión
me he tomado la licencia de hablar sobre un western, en este caso fronterizo
con el cine de aventuras. Pido licencia a mi amigo Farwest Clint Cooper, que es el auténtico especialista en el tema y
que escribió una maravillosa entrada en su blog, sobre una de las mejores
películas de Walsh “Murieron con las
botas puestas”. http://theendfarwest.blogspot.com.es/2011/01/murieron-con-las-botas-puestas-1941.html
Tambores lejanos
no es por supuesto, uno de las mejores películas del oeste del maestro, siendo
muy superiores títulos como “Juntos
hasta la muerte” y “Perseguido” uno de las primeros western psicológicos
del cine. Precisamente este último, salió al igual que este de la pluma de Niven Busch. El escritor compaginaba
con éxito su labor para el cine, con la publicación de novelas que constituyeron
auténticos best-seller, una de los más celebres fue “Duelo al sol”.
En
esta ocasión la película está ambientada en el trascurso de la segunda guerra
seminola, durante la turbulenta gestación del estado de Florida. Adaptaba la
novela publicada en enero de 1951 “For Everglades”
de Frank G. Slaugther. El filme se comenzó a rodar a mediados de abril de
ese mismo año, acabando la filmación el 7de junio. Se filmó principalmente en
exteriores, fundamentalmente en las Everglades
y en el mítico Castillo de San Marcos,
una fortaleza de piedra edificada por los españoles. Todo rodado en un
estupendo technicolor gracias al talento de Sidney Hickox, eficiente colaborador de Howard Hawks en dos títulos míticos como “Tener y no tener” y “El sueño eterno”. También con Walsh realizó
la impactante fotografía de “Al rojo vivo”.
El
rodaje en exteriores resultó bastante difícil. Se tuvo que contratar a dos
expertos locales en serpientes, para que despejaran las localizaciones de
rodaje de estos simpáticos animalitos. Luego estaban las peligrosas arenas
movedizas donde fueron a parar el cámara Hickox y la estrella de la cinta Gary Cooper. El actor aseguró
posteriormente que había donado un galón de su mejor sangre a las sanguijuelas
y mosquitos del pantano. Pese a esto el comportamiento de Cooper, como en él
era habitual fue ejemplar. Le unía una gran amistad con el director, con él que
se iba a pescar en los ratos libres y se negó
a ser doblado en ninguna escena. Disfrutó realmente con su trabajo.
Cooper en el hotel Flamingo de Palm Springs
Divirtiéndose en el rodaje
A
Cooper se le emparejó con una actriz casi desconocida, la lituana Mary Aldon, una ex bailarina de ballet,
que tras casarse con el director Tay
Garnet, decidió probar como actriz, a decir verdad con escasa fortuna. Su
papel en esta cinta como Judy Beckett, una señorita con ínfulas que esconde un
terrible pasado es hoy el más recordado. Con todo es un apéndice del héroe Cooper,
aquí en la piel del Capitán Quincy Wyatt, un personaje fronterizo muy en la línea
de los protagonistas de los filmes de Walsh. Él también tiene su pasado, viudo
de una princesa india, asesinada por soldados norteamericanos.
Fotos publicitarias de la premiere en San Agustín
Como
su antagonista el jefe Ocala, se contrató como era habitual a un actor
occidental Larry Carper, que no figuró en los créditos de ninguna de las tres
películas donde apareció. En este caso, la realidad no estaba tan alejada de la
ficción ya que el auténtico líder indio, era mestizo, siendo su padre caucásico
y su madre india y recibiendo originalmente el nombre de Billy Powell. Lo mismo
que el hijo de Quincy Wyatt, al que interpretó Sidney Capo, del que no he conseguido información alguna. El guapo Richard Webb, un sólido actor que
intervino de secundario en películas tan recordadas como “Retorno al pasado”, “El príncipe valiente” y “Ha nacido una estrella”, aquí encarnaba al estirado oficial
Richard Tufts. Posteriormente su momento de mayor fama lo alcanzó gracias a la
televisión, donde fue el Capitán
Midnight en la serie Jet Jackson.
Los abundantes nativos, eran auténticos indios seminolas.
Pese a lo apuntado sobre el complejo
pasado de los protagonistas, la película en absoluto pretende narrar las
turbaciones interiores de los personajes. Estamos hablando de una cinta de
acción, cuya premisa argumental se centra en un grupo de hombres, continuamente
asediados por un temible enemigo, que es
en gran medida un remake de uno de los títulos más emblemáticos de Walsh, “Objetivo Birmania” protagonizada por
otro de los grandes amigos del director, Errol
Flynn. Casi dos horas de trepidante ritmo, que nos hacen añorar esos cines
de sesión doble y las emisiones televisivas de los sábados por la tarde, donde nunca
olvidaremos a Gary Cooper afeitándose con una gruesa navaja.
P.D. La siguiente película de Cooper sería Solo ante el peligro por la que recibiría su segundo oscar
La música siendo un filme Warner sólo podía ser de Max Steiner
EXtraordinario..recuerdo so en Matinee los sabados en la tarde en cine ver peliculas Western..que maravilla..1960.- (Argentina)
ResponderEliminarnotable filmacion en el Lago Ockechobee..en aquellos anos peligrosisimo..
ResponderEliminarmuy Buena la introduction del Sr. tomas Garcia Alvarez..Felicitaciones
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