martes, 16 de septiembre de 2014

Cruce de destinos (1956) La maestría de George Cukor

 
         El mundo del ferrocarril y el del cine están unidos desde el nacimiento de este último. Desde la primitiva cinta de los Lumiere, al “Robo y asalto de un tren” de Edwin S. Porter, son incontables las cintas donde el tren ha sido clave. Sólo dos ejemplos tan dispares como “El maquinista de la General” de Keaton y “La dama del expreso” dirigida por Hichtcock, son una muestra de las infinitas posibilidades que el medio de transporte ha proporcionado al medio cinematográfico.
         Precisamente en una estación de trenes, comienza la acción de este bello melodrama. Allí conoceremos al coronel Rodney Savage (Stewart Granger) a punto de abandonar la India, tras la definitiva marcha de las tropas británicas. Ya en el vagón se despide con un apasionado beso de su prometida la teniente Victoria Jones (Ava Gardner). Cuando el convoy se pone en marcha, comienza a contar su apasionante historia, a un oficial de rango superior con quien va a compartir su reservado.
 
 
         John Masters también había servido en el ejército británico como el protagonista de la cinta. Nacido en Calcuta en 1914, siguió la tradición militar que por cinco generaciones detentaba su familia. Al alcanzar La India su independencia, marchó a Estados Unidos, con la idea de dedicarse a la literatura. Tras varios libros publicados con éxito, escribió en 1954 "Bhowani Junction", título que también llevaría la película estrenada dos años más tarde. Se ha dicho que Kipling “conocía La India” mientras que Masters “conocía a los indios”, un salto cualitativo en las siempre espinosas relaciones entre ambas culturas.
 
         Un sentimiento que se agudiza en el caso de los Anglo-Indios, surgidos de la mezcla de ambas razas, pero que adoptaban los usos y costumbres británicos. Esa situación con una identidad sin definir, a caballo entre dos mundos, es retratada fielmente en el personaje de Victoria, al que da vida Ava Gardner. La actriz que se hallaba en el apogeo de su belleza, supo componer uno de sus personajes más emotivos. La escena donde está a punto de ser violada por un oficial británico, fue la más dura que rodó a lo largo de su carrera. Tal verdad imprimió a su actuación que cuando acudió a su remolque, bebió una gran cantidad de whisky para poder calmar sus nervios. Sentía como si realmente le hubiera sucedido en la vida real.
 
         Esa veracidad, quiso imprimirla el director George Cukor, durante todo el rodaje, queriendo huir del pastiche orientalista al uso, sin por ello enaltecer una cinta de gran espectáculo. El resultado final de dos horas y media, no satisfizo al estudio. Los pocos que tuvieron la posibilidad de ver esta primera versión, hablan de una absoluta obra maestra. Hoy desgraciadamente, no podemos saber quien llevaba la razón. Lo único cierto es que se redujo drásticamente la duración del filme en más de media hora y que volvieron a rodarse algunas escenas. También se le añadió una voz en off en la que el coronel Savage, hace de narrador a lo largo de toda la cinta.
 
         El productor Pandro S. Berman, quería potenciar la historia de amor entre las estrellas que encabezaban el reparto, por eso y por los prejuicios raciales de la época, se cercenó considerablemente la intervención de Francis Matthews, como el atractivo indio Ranjit Kasel. También el anglo-indio, antiguo amor de Victoria que interpretaba Bill Travers y que en la novela acababa casándose con ella, acaba trágicamente redimiendo su anterior conducta.
 
         Pese a todos estos percances, la película que hoy podemos visionar, es un excelente melodrama épico, con magníficas escenas de masas, fotografiadas por un inspirado Freddie Young, la música que utiliza los elementos étnicos a cargo de Miklos Rozsa y un reparto con brillantes interpretaciones. Además de Ava Gardner quisiera destacar a un Stewart Granger, en una de sus mejores apariciones en pantalla. La bien ganada fama de Cukor como excelente director de actrices, bien pudiera extenderse al sexo opuesto, pues no son pocos los actores que consiguieron interpretaciones memorables bajo su batuta. Un gran título digno de uno de los grandes maestros de Hollywood.
 
 
 
P.D. La cinta se rodó en Pakistan, ya fiel aliado de la OTAN, ante la negativa de las autoridades indias. Eso hace que los indígenas hablen un dialecto del norte de Pakistan, cercano a la frontera afgana.
 
 
 
 
 

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