Mirna
Loy y William Powell eran dos de los actores más populares de su época.
Versátiles tanto en dramas como en comedias, fue en este último género donde
obtuvieron mayor fama, y eso que la primera película que les unió “El enemigo
público nº 1” tenía poco de esto último.
Aunque
compartieron cartel con figuras de la talla de Carole Lombard o Clark Gable, la
unión de ambos era perfecta. Cuando rodaron “Mi marido está loco” llevaban ya
nueve películas actuando juntos, siendo las más populares las de la saga “The
thin man” donde interpretaban a la sagaz pareja de detectives formada por Nora
y Nick Charles.
Aunque
no haya pasado a la memoria popular como las cintas de los personajes creados
por Dasiel Hammett, “Mi marido está loco” es para mí una de las mejores rodadas
por ambos donde William Powell da rienda suelta a todos sus recursos cómicos.
El
guion es obra de dos reputados escritores: William Ludwig y Charles Lederer.
Ludwig fue un habitual en las producciones de MGM durante su edad de oro,
apareciendo su firma en las películas de dos de los personajes más familiares
del estudio: Andy Hardy y Lassie. También destacó en las películas musicales
participando en tres títulos de gran repercusión como “Girl Crazy”, El gran
Caruso y Oklahoma”.
En
cuanto a Charles Lederer, tenemos a uno de los mejores escritores que el género
de la comedia que haya dado el cine. Sobrino de la actriz y pareja durante
tantos años del magnate de la prensa Hearst, Marion Davis, Lederer empezó como
muchos otros en el mundo del periodismo donde trabó amistad con Ben Hetch.
Ayudó a este en su obra más famosa “The front page” co-escrita con Charles
McCarthur encargándose de los diálogos adicionales. Cuando Howard Hawks decidió
rodar una nueva versión de la obra, Lederer se encargó del nuevo guion. “Luna
nueva” se caracteriza por la velocidad de sus diálogos y “Mi marido está loco”
no le va a la zaga, los personajes sueltan sus frases a borbotones no dejando
respiro al espectador salvo en los físicos momentos de Slapstick.
Aunque
nos hemos referido al principio de esta entrada a la pareja formada por Loy y
Powell, lo cierto es que en este filme, el personaje de Mirna Loy tiene
una jerarquía bastante inferior al de
Powell, auténtico foco de atención de la película, estando el personaje de la
bella actriz a la misma altura que la fenomenal galería de secundarios que
participan en la historia.
Al
comienzo de esta vemos a Steve Ireland, un arquitecto de éxito que llega feliz
a casa tarareando una canción irónicamente titulada It's Delightful to Be
Married. Una canción que ya había sonado en otro de los filmes más famosos del
dúo “El gran Ziegfeld”. La letra estaba compuesta por la durante tantos años
pareja del famoso hombre del espectáculo Anna Held, que en la pantalla
interpretaba la actriz Luise Rainer (quien por cierto se llevó el oscar). La
música era del compositor Vincent Scotto, ya que Held utilizó una de sus
melodías más populares «La Petite Tonkinoise» compuesta un año antes en 1906 y
que han cantado artistas tan dispares como Josephine Baker , Sara Montiel y hasta la recientemente desaparecida Marujita Díaz en su filme más famoso "Pelusa".
Volvamos
a la película y veremos como el pobre Ireland que canta lo maravilloso que
estar casado el día en que cumple cuatro años de feliz matrimonio con su esposa
Susan quién claro está interpretada por Mirna Loy. A partir de entonces le
sucederán una serie de calamidades que acabaran por dar al traste con su feliz
vida matrimonial.
La aparición de la antigua novia de Stevie complicará y mucho su vida
A
ello ayudaran una galería de personajes realmente memorables. Empezaremos por
la principal causante de las desdichas de Steve, su antigua novia Isobel a la
que da vida la bella Gail Patrick, una de las mejores secundarias de la época
que ya había coincidido con Powell en uno de sus títulos más memorables “Al
servicio de las damas”. Sin su belleza pero si con gran talento Florence Bates
interpreta a su “encantadora” suegra. Bates también tiene una excelente
filmografía con películas tan memorables como Rebeca y Carta a tres esposas.
Gail Patrick que da vida a Isobel en una foto promocional de la película
Florence Bates está genial como la típica suegra de toda la vida
En
cuanto al género masculino, por encima de todos está Jack Carson quién tiene
después de Powell los mejores momentos de la película. Carson interpreta a un
vecino de la pareja campeón mundial de tiro con arco, quién por un equívoco
acabará conociendo a Susan con quién intentará casarse. Aunque se estrenara
tres años más tarde, ese mismo 1941, Carson también intervendría en otra
comedia loca inmensamente popular “Arsénico por compasión”.
Carson y Powell en una divertida foto promocional
Carson está genial en la película
Aunque su papel es pequeño Sig Ruman también brilla
Yo no digo que esta cinta dirigida por el
eficiente Jack Conway esté a la altura de la de Capra, pero no es menos cierto
que tampoco merece el olvido que sobre ella pesa, teniendo momentos de
gran hilaridad como los que suceden en
la casa de reposo dirigida por el Dr, Wuthering, a quién da vida el genial Sig
Ruman, inolvidable camarada Iranoff en Ninotchka y en varios filmes de los
Hermanos Marx.
En
esta película asistiremos a todos los recursos de la comedia, incluyendo
caídas, diálogos equívocos y hasta travestismo, cuando Steve en la parte final
de la película para huir de los policías que le persiguen se disfraza de dama
de cierta edad, para hacerse pasar por su hermana. Se cuenta que llegó a
engañar al propio Louis B. Mayer quién recibió a esa encantadora dama durante
cinco minutos.
William Powell toda una Dama
A
muchos de nosotros nos hubiera gustado vivir en unos apartamentos tan
magníficos como los que diseñó Cedric Gibbons, elegantes como ésta más que
recomendable comedia, un mundo que de seguro fascinaría a la mayoría de
españolitos de a pie que pudo ver esta película en el difícil invierno de 1943,
cuando se estrenó en nuestro cines.
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