lunes, 19 de octubre de 2015

El pacto de los lobos (2001) Francia versus Hollywood

 

         El pacto de los lobos, para muchos representa el pistoletazo de salida dado por el cine francés para convertirse en un serio competidor de la omnipresente maquinaria de Hollywood. Esta aparente ruptura con un cine de autor que había dominado las últimas décadas, asombró a la crítica y recibió el espaldarazo del público.


         Hoy cuando han transcurrido casi tres lustros desde su estreno, se ha convertido en un clásico del cine de aventuras y pese a su  juventud frente a la mayoría de películas que suelen formar parte de este blog, creo que puede figurar en el sin desentonar lo más mínimo.

 

         En esta su segunda película, el realizador Cristophe Gans mezcló varias de sus pasiones cinéfilas, el cine de Hong-Kong, el espagueti western y como el mismo afirma el Scaramouche de George Sidney. Apasionado del manga, introdujo escenas de artes marciales, practicadas por un nativo americano en plena Francia de mediados del siglo XVIII. Este es uno de los anacronismos que tanto han sido criticados, olvidándose de que el filme no pretende ser un documental histórico sobre la época, sino un divertimento.

 
 
 

         Cuando aparecen los dos misteriosos enviados del rey envueltos en unas gabardinas, es inevitable recordar a los filmes polvorientos rodados en Almería, aunque por lo demás la ambientación de la película es fantástica, no sólo  por su vestuario sino por las localizaciones en exteriores y la utilización en su mayor parte de edificios de la época, siendo mínimos los decorados.

 

         La historia obra de Stéphane Cabel utiliza unos hechos acaecidos en Francia entre 1764 y 1767, sobre la famosa Bestia de Gévaudan, causante de decenas de muertos y cuya identidad no quedó nunca realmente resuelta. En el blog Mindshadow, se encuentra un pormenorizado análisis de todos los sucesos auténticamente históricos que rodean este singular caso. http://www.mindshadow.fr/histoire-vraie-le-pacte-des-loups/.

 
 

         La solución que la película aporta es pura ficción, pero en un argumento bien elaborado que además retrata con bastante fidelidad el ambiente de la Francia pre-revolucionaria. Buena parte de este verano me lo he pasado leyendo sobre los orígenes, desarrollo y extinción de este momento tan crucial en la historia europea, que para mí resulta fascinante. Creo que la historia propuesta por Cabel, encaja muy bien en un periodo donde las fuerzas hasta ahora dominantes del Antiguo Régimen, se oponen a las nuevas ideas de la ilustración que apadrina Luis XV. Al inicio de la cinta, el narrador de la historia un ya maduro Marques de Apcher, va a ser conducido por las turbas de una revolución que al ha contribuido a crear, un fin que desgraciadamente padecieron muchos de esos soñadores que tras acabar con una barbarie fueron inmolados por otra de distinto signo pero igual de cruel.
 



         El reparto lo forman en su mayoría actores que parecían destinados a una mayor proyección que la que realmente llegaron a tener. Ese es el caso de Samuel Le Bihan que encarna a Grégoire De Frousac, quién por físico y carácter extrovertido parecía estar destinado a ser el heredero de Jean Paul Belmondo, hoy reconvertido en toda una estrella de la televisión francesa. Su compañero en el filme, el actor hawaiano Mark Dacascos campeón de artes marciales, también ha terminado dedicándose a la pequeña pantalla. Y aunque suene reiterativo igual destino ha tenido Émilie Dequenne, la bella Marianne del filme, para la actriz belga esta era su segunda película.

Samuel Le Bihan
 
Mark Dacascos
 
Émilie Dequenne
 

         De todo el elenco interpretativo, los que mejor carrera han hecho en el cine y siguen teniendo un lugar en los repartos de películas importantes son Vincent Cassel y Monica Belucci que formaron hasta hace un par de años uno de los matrimonios más glamurosos del cine europeo. Cassel que en un principio se negó a interpretar al pérfido Jean Francois, logró con esta quizás la más reseñable actuación de la película. Mientras Belucci, luce su hermoso cuerpo en el papel de una cortesana de altos vuelos.

Vicent Cassel
 
 
Monica Belucci
 

         Es una pena que sólo Belucci y Cassel hayan seguido la estela de las enormes expectativas que produjo este filme. Un título que para mí está entre las mejores películas de aventuras del último cuarto de siglo y que pese a su larga duración, sigue viéndose con gran agrado.
 

 
 

 

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