Aunque al inicio de su carrera había intervenido en
el cine, el nombre de Jane Froman está unido indisolublemente a la música. Sus
intentos comenzaron con un corto Vitaphone titulado “KIssing time”, rodado en
1933, un divertimento ambientado en Sudamérica , donde intervenía el pianista
nicaragüense Don Zelaya. Dos años después también en los estudios Warner
contaría con un vehículo de envergadura, “Stars over Broadway”. Dirigida por un
artesano de la talla de William Keighley, le acompañaban en el reparto un joven
Pat O´Brian y el tenor ligero James Melton. Fue su único papel protagonista en
un largometraje. En 1938 fue su última aparición en la pantalla, cantando un
par de números con la orquesta de Hal Kemp, en un musical poco afortunado
producido por RKO que se tituló “Radio City rebels”.
Pese
a tener una hermosa presencia y una maravillosa voz de contraalto, Froman tenía
un problema insalvable para el cine, su tartamudez. En vano consiguió soslayar
este problema, que parece venir desde que su padre abandonara el hogar, cuando
sólo contaba con cinco años. Afortunadamente esto no interfería su canto, por
lo que siguió siendo una cantante enormemente popular, en una época donde la
competencia era atroz con competidoras de la talla de Dinah Shore, Billie
Holliday, Joe Staford o Peggy Lee.
El
accidente que sufrió, cuando el avión en que viajaba sobrevolaba Portugal, para
actuar ante los soldados del frente, determinó su vida. Aunque fue una de las
quince personas que sobrevivieron, tuvo graves consecuencias para su salud
física y posteriormente mental. Su lucha por recuperarse, llamó la atención de
la industria del cine, que veía en su dramática
historia, un excelente argumento.
Cuando
la Twenty Century Fox, se acercó a Jane con el proyecto, ella estuvo desde el
primer momento interasada. Su involucración en el fue total, no sólo aporto su
voz para las numerosas canciones que jalonan la película, también eligió a la
actriz que iba a representarla. El estudio pensaba en Jeanne Crain para el
papel. La actriz había estado nominada al oscar tres años antes por Pinky, y
tenía un puñado de buenas interpretaciones, pero Jane Froman no se veía
reflejada en ella. Su elección no pudo ser más acertada, Susan Hayward.
Jane Froman visitando a Susan Hayward durante el rodaje del filme
Si Jeanne
Crain había sido nominada por la cinta de Kazan, Hayward atesoraba otras dos.
“Una mujer destruida” (1947) y “Mi loco corazón” (1949) eran dos grandes
interpretaciones, con este biopic sobre Jane Froman lograría la tercera de
ellas. Y es que la garra que distinguía a esta menuda actriz, que marchó a
Hollywood en 1937 para ser Escarlata O´Hara, era la apropiada para el
personaje. Susan Hayward unía a su belleza y sensualidad innata, una gran
capacidad para abordar personajes dramáticos
Susan Hayward con un jovencísimo Robert Wagner
Mientras
en dos de sus últimas películas “El correo del infierno” y “David y Betsabé”
había compartido cartel con dos estrellas de primer orden como Tyrone Power y
Gregory Peck, en esta ocasión ella llevaba todo el peso de la función, siendo
los personajes masculinos de menor relevancia. Para interpretar a sus dos
esposos la Fox eligió a David Wayne y Rory Calhoum. Wayne que interpretaba a su
manager y primer marido Don Ross, había comenzado en el medio televisivo, hasta
que realizó su primer papel de enjundia en la famosa comedia de Tracy &
Hepburn “La costilla de Adán”. Pero fueron las tablas de Broadway donde recibió
las mayores recompensas ganando dos veces el prestigioso premio Tony, en una
producción musical “El valle del arco iris” y en la estupenda comedia “La casa
de té de la luna de agosto”, donde interpretaba al pícaro oriental que en el
cine recreara Marlon Brando.
David Wayne y Rory Calhoum interpretaron a los dos esposos de Jane Froman
David
Wayne está fantástico en su personaje, con muchos más matices que el galán Rory
Calhoum que interpreta al segundo de los esposos de Froman, el aviador John
Burn. Calhoum había sido descubierto por Sue Carroll, esposa de Allan Ladd y
cazatalentos de la Fox. Pese a su apostura, su carrera nunca alcanzó un gran
nivel, pese a todo participará después de esta cinta en dos de los títulos más
emblemáticos de la Fox en la década de los cincuenta: Como casarse con un
millonario y Río sin retorno.
El auténtico “Alma mater” de esta película fue Lamar
Trotti. Magnífico guionista, en esta última etapa de su breve vida (falleció
pocos meses después del rodaje con sólo 51 años) se ocupó también de la
producción, siendo esta la penúltima de ellas, además del estupendo diálogo del
filme. El eficaz artesano Walter Lang , siguió al dedillo las instrucciones de
Trotti.
Aunque
ejercía como supervisor de vestuario de la Fox desde 1943, el diseñador Charles
Le Marie, le encantaba ocuparse especialmente de sus estrellas preferidas. El
espectacular vestido rojo carmesí que Hayward luce en el número “Get Happy” se
cimbrea a su cuerpo de forma sensacional. La actriz hizo una auténtica creación
del personaje, poniendo toda su alma en él. Dio clases de baile con Billy
Daniel, el coreógrafo de la película, pero donde brilló especialmente fue
doblando las canciones de Froman. El departamento de música con humor la coronó como la Reina de la
Sincronización. Muchos años después en una entrevista la propia cantante
alababa la perfecta adecuación de Susan Hayward, interpretando sus canciones
como si fuera ella misma.
Hayward
como muchas otras estrellas de Hollywood tenía sus secretos de belleza. Se dice
que se duchaba dos veces al día con aceite de castilla puro, luego un baño tras
lo que frotaba su cuerpo con aceite de oliva puro. Además adoraba la seda, en
invierno dormía con una chaqueta de pijama de ese tejido, mientras en verano
envolvía su cuerpo entre finas sábanas de..seda. Publicidad o no, lo cierto es
que a sus 34 años estaba radiante, consiguiendo atraer tanto a la crítica como
al público. Por este papel conseguiría su tercera nominación al oscar, aunque otra
vez volvía a quedarse con las ganas de lograr la codiciada estatuilla. También
fue nominada la estupenda Thelma Ritter, en su ya tercera nominación
consecutiva. Aquí interpreta a una resuelta enfermera, que la excelente actriz
recrea con su habitual encanto, siendo su intervención uno de los mayores
aciertos del filme.
La genial Telma Rhitter
Froman y Hayward anunciando radios
Nominada
al mejor sonido y al mejor vestuario en color, tan sólo lograría el oscar a la
mejor banda sonora, para un habitual en recibir esa estatuilla, Alfred Newman.
Aunque en este caso se limitó a acompañar los 27 motivos musicales de la cinta,
siendo de su autoría solo dos : The right kind y Montparnasse. El resto
canciones patrióticas y algunos de los mejores temas del patrimonio musical americano
como I'm thru whit love, Blue Moon, Te for two y por supuesto With a song in my
heart que daba título a la película. La Capitol, grabó nuevamente las canciones
convirtiéndose en el disco más vendido del año, la cinta logró asimismo un gran
éxito.
Una
película que por supuesto no va a sorprender a ningún espectador. Es una
biografía al más puro estilo Hollywood, pero realizada con gran sensibilidad,
con preciosas canciones interpretadas por una estilista como Jane Froman y la
vital encarnación que de ella hace, una de las artistas más genuinas que he
visto reflejadas en la gran pantalla, la gran Susan Hayward. A ella, y a uno de
los pocos supervivientes del rodaje, el actor Robert Wagner que aquí tiene un
breve papel como soldado, y que el pasado 10 de Febrero cumplió 85 años va
dedicado este post.
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