martes, 3 de marzo de 2015

Con una canción en mi corazón (1952) Susan Hayward en la piel de Jane Froman

 
       Aunque al inicio de su carrera había intervenido en el cine, el nombre de Jane Froman está unido indisolublemente a la música. Sus intentos comenzaron con un corto Vitaphone titulado “KIssing time”, rodado en 1933, un divertimento ambientado en Sudamérica , donde intervenía el pianista nicaragüense Don Zelaya. Dos años después también en los estudios Warner contaría con un vehículo de envergadura, “Stars over Broadway”. Dirigida por un artesano de la talla de William Keighley, le acompañaban en el reparto un joven Pat O´Brian y el tenor ligero James Melton. Fue su único papel protagonista en un largometraje. En 1938 fue su última aparición en la pantalla, cantando un par de números con la orquesta de Hal Kemp, en un musical poco afortunado producido por RKO que se tituló “Radio City rebels”.
 
 
       Pese a tener una hermosa presencia y una maravillosa voz de contraalto, Froman tenía un problema insalvable para el cine, su tartamudez. En vano consiguió soslayar este problema, que parece venir desde que su padre abandonara el hogar, cuando sólo contaba con cinco años. Afortunadamente esto no interfería su canto, por lo que siguió siendo una cantante enormemente popular, en una época donde la competencia era atroz con competidoras de la talla de Dinah Shore, Billie Holliday, Joe Staford o Peggy Lee.
 
       El accidente que sufrió, cuando el avión en que viajaba sobrevolaba Portugal, para actuar ante los soldados del frente, determinó su vida. Aunque fue una de las quince personas que sobrevivieron, tuvo graves consecuencias para su salud física y posteriormente mental. Su lucha por recuperarse, llamó la atención de la industria del cine, que veía en su dramática  historia, un excelente argumento.
 
 
 
       Cuando la Twenty Century Fox, se acercó a Jane con el proyecto, ella estuvo desde el primer momento interasada. Su involucración en el fue total, no sólo aporto su voz para las numerosas canciones que jalonan la película, también eligió a la actriz que iba a representarla. El estudio pensaba en Jeanne Crain para el papel. La actriz había estado nominada al oscar tres años antes por Pinky, y tenía un puñado de buenas interpretaciones, pero Jane Froman no se veía reflejada en ella. Su elección no pudo ser más acertada, Susan Hayward.
Jane Froman visitando a Susan Hayward durante el rodaje del filme
 
 
       Si Jeanne Crain había sido nominada por la cinta de Kazan, Hayward atesoraba otras dos. “Una mujer destruida” (1947) y “Mi loco corazón” (1949) eran dos grandes interpretaciones, con este biopic sobre Jane Froman lograría la tercera de ellas. Y es que la garra que distinguía a esta menuda actriz, que marchó a Hollywood en 1937 para ser Escarlata O´Hara, era la apropiada para el personaje. Susan Hayward unía a su belleza y sensualidad innata, una gran capacidad para abordar personajes dramáticos
 
 
Susan Hayward con un jovencísimo Robert Wagner
 
       Mientras en dos de sus últimas películas “El correo del infierno” y “David y Betsabé” había compartido cartel con dos estrellas de primer orden como Tyrone Power y Gregory Peck, en esta ocasión ella llevaba todo el peso de la función, siendo los personajes masculinos de menor relevancia. Para interpretar a sus dos esposos la Fox eligió a David Wayne y Rory Calhoum. Wayne que interpretaba a su manager y primer marido Don Ross, había comenzado en el medio televisivo, hasta que realizó su primer papel de enjundia en la famosa comedia de Tracy & Hepburn “La costilla de Adán”. Pero fueron las tablas de Broadway donde recibió las mayores recompensas ganando dos veces el prestigioso premio Tony, en una producción musical “El valle del arco iris” y en la estupenda comedia “La casa de té de la luna de agosto”, donde interpretaba al pícaro oriental que en el cine recreara Marlon Brando.
 
David Wayne y Rory Calhoum interpretaron a los dos esposos de Jane Froman
       David Wayne está fantástico en su personaje, con muchos más matices que el galán Rory Calhoum que interpreta al segundo de los esposos de Froman, el aviador John Burn. Calhoum había sido descubierto por Sue Carroll, esposa de Allan Ladd y cazatalentos de la Fox. Pese a su apostura, su carrera nunca alcanzó un gran nivel, pese a todo participará después de esta cinta en dos de los títulos más emblemáticos de la Fox en la década de los cincuenta: Como casarse con un millonario y Río sin retorno.
 
 
 
 
El auténtico “Alma mater” de esta película fue Lamar Trotti. Magnífico guionista, en esta última etapa de su breve vida (falleció pocos meses después del rodaje con sólo 51 años) se ocupó también de la producción, siendo esta la penúltima de ellas, además del estupendo diálogo del filme. El eficaz artesano Walter Lang , siguió al dedillo las instrucciones de Trotti.
 
 
 
       Aunque ejercía como supervisor de vestuario de la Fox desde 1943, el diseñador Charles Le Marie, le encantaba ocuparse especialmente de sus estrellas preferidas. El espectacular vestido rojo carmesí que Hayward luce en el número “Get Happy” se cimbrea a su cuerpo de forma sensacional. La actriz hizo una auténtica creación del personaje, poniendo toda su alma en él. Dio clases de baile con Billy Daniel, el coreógrafo de la película, pero donde brilló especialmente fue doblando las canciones de Froman. El departamento de música con  humor la coronó como la Reina de la Sincronización. Muchos años después en una entrevista la propia cantante alababa la perfecta adecuación de Susan Hayward, interpretando sus canciones como si fuera ella misma.
 
       Hayward como muchas otras estrellas de Hollywood tenía sus secretos de belleza. Se dice que se duchaba dos veces al día con aceite de castilla puro, luego un baño tras lo que frotaba su cuerpo con aceite de oliva puro. Además adoraba la seda, en invierno dormía con una chaqueta de pijama de ese tejido, mientras en verano envolvía su cuerpo entre finas sábanas de..seda. Publicidad o no, lo cierto es que a sus 34 años estaba radiante, consiguiendo atraer tanto a la crítica como al público. Por este papel conseguiría su tercera nominación al oscar, aunque otra vez volvía a quedarse con las ganas de lograr la codiciada estatuilla. También fue nominada la estupenda Thelma Ritter, en su ya tercera nominación consecutiva. Aquí interpreta a una resuelta enfermera, que la excelente actriz recrea con su habitual encanto, siendo su intervención uno de los mayores aciertos del filme.
La genial Telma Rhitter
 
 
Froman y Hayward anunciando radios
 
       Nominada al mejor sonido y al mejor vestuario en color, tan sólo lograría el oscar a la mejor banda sonora, para un habitual en recibir esa estatuilla, Alfred Newman. Aunque en este caso se limitó a acompañar los 27 motivos musicales de la cinta, siendo de su autoría solo dos : The right kind y Montparnasse. El resto canciones patrióticas y algunos de los mejores temas del patrimonio musical americano como I'm thru whit love, Blue Moon, Te for two y por supuesto With a song in my heart que daba título a la película. La Capitol, grabó nuevamente las canciones convirtiéndose en el disco más vendido del año, la cinta logró asimismo un gran éxito.
 
 
       Una película que por supuesto no va a sorprender a ningún espectador. Es una biografía al más puro estilo Hollywood, pero realizada con gran sensibilidad, con preciosas canciones interpretadas por una estilista como Jane Froman y la vital encarnación que de ella hace, una de las artistas más genuinas que he visto reflejadas en la gran pantalla, la gran Susan Hayward. A ella, y a uno de los pocos supervivientes del rodaje, el actor Robert Wagner que aquí tiene un breve papel como soldado, y que el pasado 10 de Febrero cumplió 85 años va dedicado este post.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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