En la primera década del siglo XX, O´Henry seudónimo del escritor
norteamericano William Sydney Porter, era uno de los autores de relatos cortos
más popular de Estados Unidos. En 1907 escribió "The Caballero's Way", una
historia fronteriza en el que recreaba la Texas que había conocido durante sus
años de juventud. El protagonista de la historia “El cisco Kid” tendría una
larga vida, primero en adaptaciones filmadas durante el periodo mudo,
concluyendo en el comic y la televisión, convertido en una figura totalmente
alejada del personaje original.
Según explica en sus memorias, fue
idea de Raoul Walsh el rodar la
primera película sonora filmada en exteriores. El reto en el incipiente medio
era mayúsculo, pero también serviría para demostrar la superioridad del sistema
sonoro Movietone, desarrollado por
la Fox, sobre su rival, el Vitaphone
con el que Warner había rodado sus primeros filmes. Después de barajar varios
argumentos, finalmente Walsh se decidió a adaptar de manera libre el
anteriormente citado relato de O´Henry.
Espoleado por su anterior filme, “La frágil voluntad” donde también
había sido el galán protagonista, Walsh iba a encarnar al bandido de origen
latino. Una profesión la de actor, que ya había ejercido en su Nueva York natal
y que fue la que le llevó a Hollywood. En la mítica “El nacimiento de una nación” donde ejerció de ayudante de D.W. Griffith, interpretó asimismo al asesino
de Lincoln. Hombre de acción, también había sido vaquero en su juventud, por lo
que no tenía ningún problema para interpretar al personaje.
La primera decisión que se tomó fue
cambiar el título de la cinta por el de “En el viejo Arizona”. Es curioso como
una historia, que originalmente se sitúa en Texas, al llevarla al cine se traslada
al estado de Arizona, pero que se rueda en Utah. Concretamente en Bryce Canyon, que había sido convertido en parque nacional ese
mismo año 1928, aunque el congreso ya había dado su placet cuatro años antes. Situado en el
sudoeste del estado, su remota localización se había vuelto más accesible con
la construcción, los años anteriores de una carretera de acceso. Aunque
realmente no es un cañón, su altitud es mayor que la del famoso “Gran Canyon”,
siendo un espectacular anfiteatro, con su particular orografía causada por la
erosión.
Después de rodar algunas escenas de
acción, la mayor parte del equipo de sonido quedó inservible. De regreso a Los
Ángeles, para sustituirlo, sucedió el rocambolesco accidente que hizo perder el
ojo a su director. Una liebre deslumbrada por los faros, saltó sobre el
parabrisas del auto, rompiendo la luna, cuyos cristales fueron a parar al
rostro del director. Esta circunstancia hizo que de repente la película se
hallaba de un plumazo sin el director y el actor protagonista.
De la dirección se ocupó Irving Cumings, un eficaz artesano
cuyos filmes más notables, además del exitoso biopic sobre Graham Bell “El gran milagro”, son los que rodara a mayor gloria de Shirley Temple y por supuesto los
glamurosos musicales en Technicolor de
la Fox, protagonizados por Don Ameche,
Alice Faye y Carmen Miranda (Serenata argentina, Aquella noche en Río,
Secretaria brasileña). Mientras tanto, el elegido para el papel
protagonista Buddy Roberts, se rompió una pierna justo antes de reanudarse el
rodaje. Fue la primera de las dos grandes oportunidades que tuvo el actor, la
segunda fue protagonizar una serie de western de serie B en la Monogram, al
pedir más dinero fue reemplazado por el luego mítico John Wayne.
Finalmente sería Warner Baxter el definitivo
Cisco Kid. Tras su paso por el vodevil, Baxter como muchos otros empezó en el
cine como figurante, será en 1921 cuando tenga su primer rol protagonista. De
entre todos sus títulos rodados en el periodo mudo, uno de los más célebres fue
“El gran Gatsby”, lamentablemente
hoy perdida, tan solo sobrevive el tráiler de su estreno. Por el papel del
bandido enamorado ganó la estatuilla al mejor actor, en una ceremonia en que
los avances técnicos del sonido jugaron un papel decisivo a la hora de decidir
los galardones. Con ese aval de pronto se vio situado en primera línea logrando
intervenir en películas tan representativas como “La calle 42”, o “Estrictamente confidencial” de Frank Capra, junto
a Mirna Loy. Aunque para muchos su mejor interpretación fue en “El prisionero del odio” de John Ford.
Para interpretar al adversario de
Cisco el sargento Mickey Dunn, Walsh eligió a Edmund Lowe, quién ya había trabajado a sus órdenes en “El precio de la gloria” donde mantenía
una relación tumultuosa pero de camaradería masculina con su superior el
capitán Flagg al que daba vida Victor
McLaguen. Algo de esta relación tan típica del cine de Walsh, y de otros
realizadores como Hawks y Ford, existe entre Kid y el sargento Dunn, pese a que
ambos están en lugares opuestos de la ley. Al igual que en el relato primigenio
publicado en 1909, hay una mujer que desencadenará el conflicto entre ambos,
Tonia María, novia de Cisco Kid, el cual ignora que su único objetivo es el
dinero, por el que recibe a otros hombres a sus espaldas. Con este papel debutó
en el cine Dorothy Burgess, que
luego subsistiría en el cine como actriz secundaria.
Vista hoy en día es evidente que la cinta
es producto del turbulento momento en que fue realizado, donde la novedad del
sonido era la atracción principal. Sino sería incomprensible el primer plano de
unos huevos fritos con jamón, con su ruido crepitante. Esta subordinación al
nuevo medio, hace que pese a las intenciones de Walsh, la película durante un
tercio aproximado de la película se desarrolle en interiores, con un estatismo
evidente. Pero también nos quedan los felices momentos del rodaje en espacios
abiertos, donde se puede ver filmado de espaldas al propio Walsh cabalgando.
Filmada casi seis años antes del
Código Hays, la película nos ofrece una imagen del sexo en el oeste, que tardará
casi cuatro décadas en volverse a ver, con prostitutas perfectamente definidas
y un diálogo franco y nada timorato, que contrasta con el romanticismo que
destilan las canciones cantadas por el bandido. Una música que aparece en
diversos momentos del filme, comenzando por la obertura donde suena la canción “My
Tonia” compuesta por el trío de compositores DeSylva, Brown y Henderson autores de la canción más popular de la
época “Sonny Boy”.
Acabaré señalando que con las
limitaciones propias del momento en que fue filmada, “En el viejo Arizona”,
queda como testimonio de unos pioneros que amaban la profesión del cine, pese a
que perdieran un ojo en el intento.
P.D. “En el viejo Arizona” es el primer largometraje donde se
escuchó hablar en español. En parte para
dar autenticidad a un relato donde conviven dos culturas, y porque no decirlo
como reclamo a la audiencia de los países hispanos, donde cualquier novedad era
recibida con alborozo por el público.
La película tuvo su continuación en 1931 con “El cisco Kid” donde Lowe y Baxter
repetían en sus papeles y bajo la dirección nuevamente de Irving Cummings. La
protagonista femenina era la bella actriz donostiarra “Conchita Montenegro”.
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