viernes, 7 de abril de 2017

Lo que desea toda mujer (1945) La vis cómica de Sam Wood


Como acertadamente decía Terenci Moix en su Historia del Cine, la baja apreciación que se tiene por el trabajo del director Sam Wood, está íntimamente ligado a los prejuicios que pueden motivar sus ideas conservadoras. Este argumento suele ponerse encima de la mesa en el caso de muchos realizadores, llegando a casos como el de John Ford donde además esas calificaciones son absolutamente falsas. Cierto es que Wood fue un prominente propagador de sus ideas políticas al igual que su mentor Cecil B. DeMille con el que comenzó como ayudante en 1916 después de una oscura carrera de actor comenzada ocho años antes.  Sam Wood era uno de esos pioneros que ya estaban plenamente asentados en la maquinaria Hollywoodiense en los años veinte, siendo uno de los directores habituales de Gloria Swason. Aquí también recogía el legado de DeMille pues este era quien la había convertido en la "Reina de la Paramount". No obstante, pese a las oportunidades que le brindó la industria su trayectoria en los primeros años de su carrera es irregular, careciendo sus películas de la perfección alcanzada por otros directores de largo recorrido como Clarence Brown y Victor Fleming, con quienes Wood compartía estudio, la MGM, a comienzos de la década de los treinta.

Una de las películas silentes más famosa de Wood
 
Ninguno de los vehículos que dirigió para estrellas que se acercaban al ocaso como John Gilbert y Ramón Novarro consiguieron repercusión en las taquillas. En el último filme que rodo con Novarro "Una noche en El Cairo" que ya reseñamos en este blog se pudieron ver las excelentes dotes de Sam Wood para el género de la comedia. Algo que se hizo mucho más evidente en las dos películas más exitosas de Los Hermanos Marx , Una noche en la ópera y Un día en las carreras. También tenían sus dosis de comedia dos cintas protagonizadas por Mickey Rooney que acabaron por convertirlo en una de las estrellas principales de la Metro, Uña y carne y Horizontes de gloria donde también intervenía Freddy Bartholomew el otro famoso niño prodigio de la productora. Precisamente en sus orígenes Wood había dirigido al entonces mundialmente famoso Jackie Coogan, quien había sido El Chico en la inmortal película de Chaplin.
 

Pero el auténtico prestigio lo consiguió con Adiós Mr. Chips, desde entonces se dedicó con frecuencia a grandes proyectos, algunos solventados con sobresaliente como "El orgullo de los yankees" otros como "¿Por quién doblan las campanas? Siguen dividiendo a la crítica, aunque todos creen que la producción estuvo por debajo de las expectativas creadas. En ambas el protagonista era Gary Cooper, la estrella por antonomasia del cine americano. Un año después de rodar la adaptación de la novela de Hemingway, Cooper volvió a ponerse bajo las ordenes de Wood en un retorno a la comedia de ambos, un filme amable titulado "Casanova Brown". Wood volvería con Cooper al año siguiente y también a la comedia con la película que nos ocupa. Si con "La indómita" donde volvía a reunir a Ingrid Bergman y Gary Cooper esta vez en el oeste americano, Wood volvía a pinchar, con "Apártate cariño" consiguió una apreciable muestra del género por el que es menos conocido, pero que seguramente mejor dominaba. El productor Jack H. Skirball, puso a su disposición un estupendo reparto encabezado por Claudette Colbert. Don Ameche y el hoy menos conocido pero eficaz Dick Foran. Foran fue un asiduo en las producciones de serie B interpretando a vaqueros cantantes en la Warner. Luego en la Universal protagonizó las dos primeras películas de La Momia (más información sobre Foran en el post http://ramonnovarr.blogspot.com.es/2015/03/la-mano-de-la-momia-1940-la-creacion-de.html) También tuvo un estimable guion de Bruce Manning y John Klorer, que no eran unos guionistas de relumbrón pero que aquí realizaron su mejor trabajo con bastantes escenas disparatadas que nos hacen recordar las diabólicas travesuras de los Marx.
 

Claudette Colbert y Don Ameche ya habían coincidido en un gran clásico de la comedia “Medianoche” dirigida por Mitchell Leisen con guion de Billy Wilder. Sin alcanzar las cotas por supuesto de esa maravillosa película, Apártate cariño sigue constituyendo un divertimento fantástico con dos actores que dominaban plenamente el género. La Colbert ya no tenía la lozanía que en sus inicios la habían hecho interpretar a vampiresas históricas, dirigida por DeMille y vestida por Travis Benton, pero había alcanzado la maestría interpretativa. Versatil como pocas había triunfado en el drama con igual rotundidad, Imitación de la vida y Desde que te fuiste son dos magníficos ejemplos, igualmente acompañó a Henry Fonda en la epopeya de Ford sobre los inicios de Estados Unidos “Corazones indomables” y hasta apareció en una estupenda cinta bélica junto a otros dos de las grandes damas de la Paramount: Paulette Godard y Veronica Lake en “Sangre en Filipinas”. Pero es en el género de la comedia donde brilló con una luz que muy pocas pudieron igualar, sólo con citar Sucedió una noche, Un marido rico y La octava mujer de barba azul, podemos augurar un curriculum como pocos en tan popular y difícil género.

                  Claudette Colbert en dos de sus grandes éxitos El signo de la Cruz y Medianoche
 

La última de estas películas fue dirigida por el gran maestro Ernst Lubitsch, quién asimismo dio a Don Ameche la oportunidad de alcanzar el olimpo de la comedia con uno de los mejores títulos de la historia “El diablo dijo no” junto a la bellísima Gene Tierney. Ameche no tuvo la carrera estratosférica de la Colbert, primero actuó como segundo de Tyrone Power en películas tan populares como Chicago y La banda de Alexander, en una apuesta de la Fox por repetir el exitoso dúo masculino formado por Clark Gable y Spencer Tracy. Su gran oportunidad le vino como hemos comentado en la comedia de Leisen “Medianoche” donde fue cedido a la Paramount y con su encarnación del inventor del teléfono Graham Bell en “El gran milagro”. Después aparecería en varias comedias musicales de la Fox en Technicolor y no volvería a estar en primera línea hasta que fuera dirigido por Lubitsch. Allí Ameche supo estar a la altura del desempeño exigido y dio sobradas pruebas de su maestría en el género.
 

En la cinta que comentamos Ameche vuelve a estar brillante en el papel de un periodista aventurero a quien idolatra su amigo un estupendo Richard Foran, quien a su vez está casado con Claudette Colbert, que no soporta la auténtica veneración que su cónyuge siente por él. Cuando el matrimonio va iniciar la luna de miel que por motivos de trabajo nunca pudieron celebrar, se anuncia la llegada del intrépido amigo. La Colbert vuelve a interpretar el papel de ama de casa que añora un modo de vida más glamuroso, tal como sucedía en Un marido rico de Sturges, aunque en este caso no hay ningún pretendiente millonario de por medio, centrándose los equívocos en el admirado periodista que dista mucho de ser el amigo idealizado por el marido. Tres años después Claudette Colbert y Don Ameche cerrarían su colaboración con un drama de suspense "Pacto Tenebroso" que fue uno de los primeros éxitos del realizador Douglas Sirk en América.
El cámara Joseph A.Valentine con los protagonistas del filme
 
 

 
Aunque es una película filmada sin grandes medios, y sin grandes pretensiones, Lo que desea toda mujer cumple de maravilla con su objetivo de divertir al espectador, merced a su estupendo reparto, el acertado guion y la dirección del Wood más divertido. Un realizador que merece mejor consideración de la que habitualmente se le tiene. No sería un Wilder, ni un Hawks o Lubitsch pero esta comedia está por encima de las firmadas por directores con mejor prensa. Recomendada para todos los públicos, especialmente para las esposas que están hartas de los amiguetes de su consorte, seguro que entenderán la película a las mil maravillas.
 

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