El olvido
muchas veces es injusto y en ocasiones, incomprensible. Seguro que si hoy
menciono a Somerset Maugham, a muchos les resultará tan ajeno, como si se tratara
del nombre de algún Faraón perteneciente a una oscura dinastía. Pues bien, Maugham
hasta los años sesenta, era tan popular
como hoy puede serlo Dan Brown, un autor cuyas novelas eran sinónimo de éxito.
Que estas pasaran a la pantalla grande, tan sólo era cuestión de tiempo.
Precisamente, la
búsqueda del éxito en la vida, es el tema predominante en esta película. Sus
protagonistas tomarán cada uno un derrotero, intentando conseguirlo.
La
acción comienza justo después de terminar la guerra del 14, cuando en Estados
Unidos, hay una explosión de euforia, donde aupados al caballo del capitalismo,
una sociedad camina, en pos de la felicidad.
El triunfo en los negocios es el único fin que la sociedad persigue. Más no
todos piensan así. Larry Darnell, que ha experimentado los horrores de la
guerra, piensa que ese no es el camino, por lo que emprenderá una búsqueda, que le llevará a Oriente, donde conocerá la
sabiduría que conduce a la paz interior, la auténtica felicidad.
Eso le obligará
a dejar atrás todo lo que ama: prometida, amigos, país…Mientras él sigue su
incomprendido trayecto, los demás personajes desfilan al son de la marcha “triunfal”
del modo de vida americano. El clímax de la cinta llega cuando ambos caminos
convergen, en el crispado París de los
años veinte.
La película
tiene de todo: escenas dramáticas, brillantes momentos de comedia y una aguda
reflexión sobre la vida misma y el uso que hacemos de ella. Que estas últimas
palabras no os asusten. La peli, pese a ser muy larga, en ningún momento llega
a aburrir, se ve con interés y veréis como, por momentos, con pasión. Además,
descubriréis ciertos paralelismos con nuestra más reciente historia que, puede
que os sorprendan.
El reparto es
del lujo, con un Tyrone Power magnífico encarnando al idealista Larry, una
bellísima Gene Tierney como su gran amor y el tío de esta, un snob en toda
regla al que interpreta estupendamente Cliffton Webb. Dejo por último a Sophie,
el más desgarrador personaje del filme,
con el que Anne Baxter logró el Oscar a
la mejor actriz secundaria. Cine con mayúsculas, os doy mi palabra.
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