viernes, 11 de octubre de 2013

El filo de la navaja (1946) The American Way of Life




El olvido muchas veces es injusto y en ocasiones, incomprensible. Seguro que si hoy menciono a Somerset Maugham, a muchos les resultará tan ajeno, como si se tratara del nombre de algún Faraón perteneciente a una oscura dinastía. Pues bien, Maugham hasta los años sesenta,  era tan popular como hoy puede serlo Dan Brown, un autor cuyas novelas eran sinónimo de éxito. Que estas pasaran a la pantalla grande, tan sólo era cuestión de tiempo.

Precisamente, la búsqueda del éxito en la vida, es el tema predominante en esta película. Sus protagonistas tomarán cada uno un derrotero, intentando conseguirlo.

                La acción comienza justo después de terminar la guerra del 14, cuando en Estados Unidos, hay una explosión de euforia, donde aupados al caballo del capitalismo, una sociedad camina,  en pos de la felicidad. El triunfo en los negocios es el único fin que la sociedad persigue. Más no todos piensan así. Larry Darnell, que ha experimentado los horrores de la guerra, piensa que ese no es el camino, por lo que emprenderá una búsqueda,  que le llevará a Oriente, donde conocerá la sabiduría que conduce a la paz interior, la auténtica felicidad.

Eso le obligará a dejar atrás todo lo que ama: prometida, amigos, país…Mientras él sigue su incomprendido trayecto, los demás personajes desfilan al son de la marcha “triunfal” del modo de vida americano. El clímax de la cinta llega cuando ambos caminos convergen,  en el crispado París de los años veinte.

La película tiene de todo: escenas dramáticas, brillantes momentos de comedia y una aguda reflexión sobre la vida misma y el uso que hacemos de ella. Que estas últimas palabras no os asusten. La peli, pese a ser muy larga, en ningún momento llega a aburrir, se ve con interés y veréis como, por momentos, con pasión. Además, descubriréis  ciertos paralelismos  con nuestra más reciente historia que, puede que os sorprendan.

El reparto es del lujo, con un Tyrone Power magnífico encarnando al idealista Larry, una bellísima Gene Tierney como su gran amor y el tío de esta, un snob en toda regla al que interpreta estupendamente Cliffton Webb. Dejo por último a Sophie,  el más desgarrador personaje del filme, con el que Anne  Baxter logró el Oscar a la mejor actriz secundaria. Cine con mayúsculas, os doy mi palabra.

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