La única
preocupación que tiene Millicent Jordan (Billie Burke) es organizar una cena de
etiqueta en honor a un miembro de la
aristocracia. Ignora que su esposo Oliver (Lionel Barrymore) padece del corazón
, enfermedad agudizada por el peligro que corre su naviera de ser absorbida por la corporación que preside un
despótico tiburón de las finanzas (Wallace Beery). El implacable empresario es
uno de los invitados a la cena junto a su joven y temperamental esposa Kitty (Jean
Harlow) de dudoso pasado. También contarán con la presencia del otrora popular
actor Larry Renault (John Barrymore) que mantiene una relación amorosa con la
hija de los anfitriones, y la dama de la alta sociedad Carlota Vance (Marie
Dresller) en otros tiempos estrella del teatro y antiguo amor de Oliver Jordan.
Metro-Goldwyn
–Mayer decidió repetir la fórmula exitosa de
“Gran Hotel”, con esta ácida comedia de reparto multiestelar, que supuso
la primera producción de David O´Selznick para los estudios del león tras su ascendente paso por Paramount y RKO.
Se trajo consigo a George Cukor, joven
director con el que ya había colaborado para que se hiciera cargo de la
adaptación de la obra teatral de George S. Kaufman y Edna Ferber.
Apoyada en sus
mordaces diálogos, “Cena a las ocho”
retrata con precisión y elegancia los mejores
impulsos y las más oscuras motivaciones de la condición humana. Sirva
este brillante diálogo que corona la película como botón de muestra, lo
protagonizan la anciana y sabia Marie Dresller con la coqueta y explosiva Jean
Harlow.
Harlow: El otro día estaba
leyendo un libro
Dresller: ¿Un libro?
Harlow: Si. Trataba de la
civilización o algo así. Un libro bastante raro. Sabe, el tipo dice que la
maquinaria... ocupará el lugar de todas las profesiones.
Dresller: Querida, eso es algo de
lo que usted nunca tendrá que preocuparse.
P.D. Y como propina el tema Dinner at eight interpretado por el maravilloso Al Bowlly
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