Stan Laurel y Oliver Hardy
son los cómicos que seguramente han rodado más películas. Vinculados durante
años al estudio de Hal Roach, rodaron frenéticamente multitud de cortos y
largometrajes. Ya famosos durante el cine mudo, el advenimiento del sonoro
aumento su popularidad, llegando a rodar en varios idiomas incluido el español.
William A.
Seiter que cinco años después dirigiría a Los hermanos Marx en “El hotel de los
lios”, también fue responsable de este filme que para muchos es el mejor de la
popular pareja.
La línea
argumental se basa en un corto de la etapa silente titulado “We faw down”. En
este Hardy fingía tener que acompañar a su jefe al teatro, para que su mujer no
supiese que estaba en una timba de póker. El pastel se descubría al salir en
portada del periódico de la tarde, la
noticia de que el teatro había sufrido un incendio antes de la función.
En la nueva
versión ampliada, el motivo del engaño es asistir a la convención que celebran
en Chicago “Los hijos del desierto” hermandad a la que los dos pertenecen. Cuando la esposa de Oliver se opone a que vaya, este finge padecer una grave
enfermedad que solo se cura con un cambio de aires en Hawai. Su amigo Stan se
sacrifica acompañándole. Pero todo se trastoca cuando el buque en el que
pretendidamente zarpan se hunde en alta mar.
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