Desde los
soldados de diferentes estratos sociales que emprenden “El gran desfile” (1925) su primer gran éxito, pasando
por la épica cotidiana de su mejor obra “Y el mundo marcha” (1928) o el
ejercicio ético de la profesión médica en “La ciudadela” (1938), la carrera de
King Vidor está marcada por su fuerte compromiso con la dignidad del ser
humano.
“El manantial”,
bajo su aparente envoltorio de melodrama romántico, es un alegato en favor del individuo
frente a la masa conformista. La disputa
que emprende el arquitecto vanguardista Howard Roark (Gary Cooper) frente al todopoderoso magnate de la prensa Gail Wynand
(Raymond Massey) es tan desigual como justa. Lucha en la que también tomará
parte la ambiciosa Dominique Francon ( Patricia Neal) a la que Howard conocerá
mientras elige trabajar en una cantera para preservar su independencia
artística. El idilio de alto voltaje que protagonizan de una intensidad poco
común en el cine de la época, es otra baza ganadora de este magnífico filme.
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