-Señorita lleva usted demasiado carmín en los labios.
-Es que todavía no he visto a mi novio señor Romero.
Este simpático dialogo obra de Miguel Mihura figura al comienzo de
esta entretenida comedia dirigida por Benito
Perojo y rodada en los estudios Cinecitta. Al contrario de otros
directores, Perojo había continuado con su carrera cinematográfica durante la
guerra civil, rodando primero en Alemania y luego en Italia, con la productora
de Saturnino Ulargui Moreno. El
productor riojano que ya tenía un nombre como distribuidor de películas
alemanas e inglesas durante el periodo republicano, además de producir unas
cuantas cintas en España como María de
la O, con la bailaora Carmen Amaya, se posicionó como uno de los
productores más importantes gracias a estas coproducciones con las potencias
del eje.
Pese a todo, la producción de
películas en Alemania, no acababan de satisfacer a Ulargui y Benito Perojo, que
ante la imposibilidad de rodar todavía en los estudios españoles, se
trasladaron a Italia, donde hallarían más facilidades. Fue Perojo quien
contactó con Mihura para incorporase a la productora escribiendo los diálogos
adicionales de “Los hijos de la noche” protagonizada
por Estrellita Castro, Miguel Ligero y
Julio Peña. Esta intervención fue aún mayor en su siguiente filme “La
última falla”, donde se ve los chispazos de su ingenio, con algunas gotas de
humor, que superaban en imaginación e inteligencia a los habitualmente
ramplones diálogos de nuestras películas.
-Tiene usted razón Enriqueta, no sé cómo no lo he pensado
antes
-Porque los hombres todo lo piensan después
Pues pese a tratarse de una comedia
aderezada con los consabidos números folkloricos, la pericia de un director
contrastado como Perojo, unido a las frases de Mihura, dan a la cinta un aire
distinto. Otra de las diferencias de la cinta es la ambientación levantina del
filme, con abundantes exteriores rodados en Benidorm, Playa de San Juán, Calpe, Mascarat. También la música,
típica de zarzuela, obra del maestro valenciano Leopoldo Magenti Chelvi, autor de numerosas piezas de este género
siendo “La labradora” la más
popular. Como buen hijo de esa tierra también compuso varios himnos para banda
como L'artista faller. En la
película los hermosos números del compositor eran interpretados por la soprano
natural de Cambados, Matilde Vázquez
que además de una exitosa carrera en variadas zarzuelas ya había intervenido
con asiduidad en el cine.
Un cine que buscaba que un público
popular se evadiera de la pesarosa realidad. A ello contribuyeron estas
simpáticas cintas que hicieron, aunque fuera por un rato, más agradable la
existencia de nuestros mayores. Esta sencilla entrada tiene varias
dedicatorias, por un lado a la hermosa tierra valenciana, tan poco retratada
por nuestro cine. También a los artistas que ayer y hoy luchan por mantener
vivo, nuestro género lírico, la zarzuela y finalmente a mi paisano Saturnino
Ulargui Moreno, uno de los más importantes productores que ha tenido el cine
español.
P.D. Saturnino Ulargui
era un pragmático hombre de negocios en el más amplio sentido de la palabra,
mientras viajaba a Berlín para asegurarse la distribución de las cintas allí
rodadas por Florian Rey y Benito Perojo,
en la zona republicana distribuía películas soviéticas. También dio impulso a
la realización de cortometrajes musicales, que se exhibían antes del título
principal con estrellas de la fama de Maruja Tomás (de la que fue amante) y
Miguel de Molina.
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