viernes, 14 de marzo de 2014

El cazador de tigres (1929) Lon Chaney y sus chicas

"Where East Is East", título original de la cinta, aparece en un cartel en uno de los momentos culminantes de este drama, que fue la última cinta que rodaron juntos Tod Browning y Lon Chaney. El conocido como hombre de las mil caras, empezaría a sentir los síntomas del cáncer que acabaría con su vida, cuando comenzó el rodaje de “Thunder” su última interpretación en el cine mudo. Luego sólo aparecería en el remake sonoro de “El trío fantástico” dirigido por Jack Conway.
Quizás es por eso que esta bella película tenga un aire melancólico, de despedida de una época a punto de desaparecer y de la que Chaney ha sido uno de sus mayores exponentes. En ella Chaney repetía uno de sus papeles preferidos el de padre afectuoso. Aquí es el famoso cazador Tiger Haynes, que en las selvas de la actual Vietnam captura animales salvajes, para venderlos a los circos. Su cuerpo cuajado de cicatrices evidencia lo peligroso que es su oficio. Pero la cicatriz más honda que Tyger tiene, se la procuró una malvada mujer oriental, de cuyo fruto nació su adorada hija Tollo (Lupe Velez). El idílico mundo de Tiger parece desquebrajarse cuando su hija le presenta a su novio, a quien ha conocido durante su ausencia en la selva. El teme que sufra por amor, lo que padeció el, pero cuando conoce al muchacho (Lloyd Hughes ) y ve el amor tan profundo que sienten todas sus dudas se disipan.
 
El joven es hijo del propietario de un circo, a su vez viejo amigo y cliente de Tiger. Con el propósito de entregar las fieras al circo de este, juntos toman un vapor. En el barco el muchacho es seducido por la misteriosa señora De Sylva (Estelle Taylor ) que no es otra que la malvada esposa del cazador y madre de la ingenua Tollo.



A partir de ahí se desquiciará este triángulo amoroso, según las reglas del dúo Chaney-Browning, tratando el tema de una manera más explícita y adulta de lo que en la época era habitual. Junto a la siempre subyugante presencia de Chaney, destacan por sus interpretaciones las dos damas en cuestión Estelle Taylor Y Lupe Velez. La primera de ellas compone a la perfección su personaje de vampiresa exótica. Un tipo de mujer extrovertida y fuerte que casaba con su imagen en la vida real, aunque sus primeros papeles importantes fueron encarnando a dóciles damas (Mercedes en El conde de Montecristo protagonizado junto a John Gilbert y Miriam la hermana profetisa de Moisés en la aclamada epopeya de De Mille) poco a poco fue encarnando a valientes dotadas de gran atractivo sensual (Lucrecia Borgia en el Don Juan de Barrymore y la aguerrida Dixie Lee en “Cimarrón” un papel que en la versión en color interpretaría Ann Baxter).



Famosa en su tiempo por su tumultuoso matrimonio con el boxeador Jack Dempsey, hoy en día irónicamente se le recuerda más por haber sido la última persona que viera con vida a Lupe Velez, antes de que esta acabara con su vida con tan solo treinta y seis años. Lupe Velez que en el filme desborda simpatía y belleza en el papel de Tollo, había debutado en el cine un par de años antes junto a Laurel y Hardy, tras un par de cortos más con Hal Roach, protagonizó junto a Douglas Fairbanks la mística y fantástica aventura “El gaucho”. Después de solventar con buen pie su pase al sonoro, su carrera empezó a estancarse tras su matrimonio con Johnny Wismuller. Un amor pasional y destructivo, tras el que volvió a conocer las mieles del éxito encarnando al personaje de Carmelita Lindsay, en  unas divertidas comedias de bajo presupuesto producidas por la RKO. Después de perder el favor del público, como anteriormente he comentado decidió suicidarse, pero siempre estará el legado de su hermosa presencia en cuantas películas participó



Una de ellas es este particular melodrama, a mayor gloria de Lon Chaney, que creo merece la pena conocer. Cuando  empieza a surgir la acción, acompañada de la exótica y sentimental partitura de William Axt, entramos en un mundo ya desaparecido pero fascinante.

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