Acaba de
fallecer con 85 años Shirley Temple,
y en el subconsciente de todos seguimos viendo a esa prodigiosa niña. Ese fue
el gran problema de Shirley, el público no la dejó crecer. Y mira que lo
intentó, desgraciadamente ni siquiera su intervención en la mítica “Fort Apache” sirvió para que su
carrera tomara nuevos bríos.
Rodada un año
antes que la cinta de Ford, “El solterón y la menor” era el típico vehículo de
lucimiento para Cary Grant. Con frecuencia
muchos críticos cinematográficos censuraban la actitud del actor, que prefería
embarcarse en proyectos muy comerciales, que le granjearon la popularidad del
público, a interesarse en producciones de más calado. Lo cierto es que Grant
alternó sus filmes menores con títulos dirigidos por gente tan prestigiosa como
Howard Hawks, Leo McCarey, Joseph L.
Mankiewicz y Alfred Hitchcock.
La película
fue un proyecto personal del productor Dore
Schary. Un hombre que llevaba dieciséis años en el mundo del cine, desde
que empezara como guionista en el departamento de MGM. Tras ganar un oscar por el guion de “Forja de hombres”, empezó a producir filmes de bajo presupuesto
que dieron pingues beneficios al estudio como “Bataan” y “La cadena invisible”. Sus continuas divergencias con Louis B. Mayer lo llevaron fuera de los
estudios de Culver City, empezando una nueva etapa en RKO. Allí intento reverdecer los éxitos de la productora, que se
había refugiado en las cintas de serie
B.
La cinta fue
dirigida por Irving Reis, un
artesano que había empezado en el mundo de la radio donde innovó con su famoso “Taller de teatro” en la CBS. Allí patrocinó a un nuevo talento
llamado Orson Welles. Años más tarde
volvieron a coincidir ambos en la RKO, pero mientras el nuevo genio dirigía las
magistrales “Ciudadano Kane” y “El
cuarto mandamiento”, Reis se ocupaba de filmes de segunda categoría.
Dirigió alguno de los títulos del personaje de “El halcón” creado por Michael
Arlen, autor asimismo de “El santo”,
encarnado en un principio por George
Sanders.
El acertado
guion de Sidney Sheldon, ganador del
oscar, nos propone un divertido triángulo amoroso entre un atractivo pintor que
lógicamente es Grant, una jovencita idealista que se enamora perdidamente de él
(Shirley Temple) y su estricta hermana la juez Margaret Turner interpretada por
la elegante Mirna Loy. Las
divertidas situaciones que la historia propone, hacen que se vea con agrado
esta amable comedia que cumple a la perfección su objetivo, entretener.
Como no podía
ser de otro modo, esta entrada va dedicada a una de las estrellas más populares
que haya dado el cine, Shirley Temple.
P.D. La película cuenta con la
intervención de Rudy Vallee popular crooner a finales de los años veinte que
intervino en muchas películas, siendo quizás la más destacada su intervención
en “Un marido rico” donde encarnaba al millonario J.D. Hackensacker III.
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