jueves, 6 de febrero de 2014

El gran Caruso (1951) Homenaje a Mario Lanza


El mundo de la lírica y el cine, han estado unidos desde el principio. Algunos intentos de sincronización de sonido e imagen incluyen imágenes del propio Caruso interpretando Lucia di Lammermoor. Lamentablemente el tenor napolitano falleció en 1921, cinco años antes de que los cortos musicales empezaran a hacer furor entre el público.


Junto a artistas ligeros y de variedades, los productores de Hollywood contrataron a músicos y cantantes del ámbito clásico. La competencia entre los cortos Movietone de la Fox y los Vitaphone de la Warner, permitieron que una audiencia que jamás hubiera podido acceder a un teatro de ópera escuchara las  legendarias voces de Beniamino Gigli, Rosa Ponselle, Tito Schipa o Giovanni Martinelli.


Con la consolidación del cine sonoro, y el advenimiento de los largometrajes, el cine se convirtió en uno de los principales medios de difusión junto a la radio de los cantantes líricos. En España, una de las primerísimas cintas sonoras fue “La canción del día” una opereta con música del maestro Jacinto Guerrero, interpretada por el famoso tenor catalán Tino Folgar. En la década de los treinta, dos figuras principales del bel canto, el barítono Lawrence TIbett y el tenor Beniamino Gigli, rodaron numerosas películas que gozaron del favor del público.



Paralelamente en aquel tiempo, muchas voces aptas para los teatros de ópera, decidieron dedicarse a la música ligera. De ahí muchos pasaron al cine musical. Ya no eran cantantes con una trayectoria en las tablas los que se presentaban, eran nuevos talentos a los que se les encauzaba para servir en la música más comercial. Muchas de estas voces con la preparación adecuada hubieran podido brillar sobre los escenarios. Cantantes como Alan Jones, Jeanette McDonald, Deanna Durbin, Nelson Eddy en Hollywood, Tito Guizar y Jorge Negrete en México, o Tino Rossi, Luis Mariano y Claudio Villa en Europa, siguieron ese camino.



Uno de los ejemplos más célebres es el de Mario Lanza, hijo de inmigrantes italianos, cuyo nombre de pila era Alfredo Arnold Cocozza. Tomo su sobrenombre artístico en homenaje a su madre María Lanza, una soprano fustrada. Después de estudiar gracias a una beca, su incipiente carrera fue interrumpida por la segunda guerra mundial, donde fue destinado a servicios especiales de la fuerza aérea. Una vez terminada la contienda empezó a dar conciertos y a intervenir en programas de radio. Hasta que llamó a su puerta la todopoderosa MGM.



Cuando comentamos la película “Al compás del corazón” (http://ramonnovarr.blogspot.com.es/2013/12/al-compas-del-corazon-1944-clasicos.html), mencionamos la figura del productor Josef Pasternack un enamorado de la música culta, que auspició la carrera del valenciano José Iturbi en los estudios del león. Asimismo Pasternack fue el productor de las primeras y exitosas películas protagonizadas por Mario Lanza. “El beso de medianoche” y “La llama de Nueva Orleans” junto a la soprano Kathryn Grayson, ambas de Norman Taurog.



Su tercera película era mucho más ambiciosa, nada menos que un biopic sobre el tenor de ópera más famoso de todos los tiempos, Enrico Caruso. Como hemos mencionado al principio Caruso falleció en su Nápoles natal en 1921, el mismo año que nacía en Filadelfia Mario Lanza. La película utilizó como base la almibarada biografía de la esposa de Caruso, Dorothy, interpretada por la bella Ann Blyth, ya que Kathryn Grayson se había negado a actuar más con Lanza debido a sus continuas insinuaciones.



El eficaz artesano Richard Thorpe fue el encargado de dirigir esta entretenida película, sirviéndose del hábil guion de William Ludwig, un escritor neoyorquino que se había forjado escribiendo las populares historias de Andrés Harvey protagonizadas por Mickey Rooney. La película que fue un gran éxito a escala mundial, contribuyó a que aumentará la vocación por la música. Según declaraciones del tenor Josep Carreras, la visión de niño de este filme fue fundamental para que luego emprendiera su brillante carrera de tenor.


“El gran Caruso” fue el cenit de la carrera cinematográfica de  Mario Lanza. La canción que utilizaba el vals de las olas de Juventino Rosas “The Loveliest Night of the Year” llegó al número uno de las listas americanas. Pese a su temprana desaparición, falleció en 1959 en Roma con 38 años, y su rápida decadencia tras ser despedido por MGM, siempre nos quedará esta cinta como homenaje a su bella y temperamental voz.


P.D. Además de los cortos con imágenes de Lucía, Enrico Caruso intervino como actor en dos comedias “My cousin” y “The splendid romance”, producidas por Jessie Lasky que fue también productor asociado de “El gran Caruso”.

El guionista William Ludwig se ocupó unos años después de glosar la vida de la cantante de ópera Marjori Lawrence, en la excelente cinta protagonizada por Eleanor Parker y Glenn Ford “Melodía interrumpida”.

La soprano Dorothy Kirsten que aquí encarna a la cantante Louise Heggar, fue una gran figura en el mítico Metropolitan Opera House durante treinta años. Popular por sus apariciones en la radio y televisión, esta fue la única película en la que intervino.

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