Cuando hablamos de la literatura
detectivesca, por encima de Hammett,
Chandler, Agata Christie, Conan Doyle, mi autor favorito es sin duda George Simenon, especialmente en sus
novelas del inspector Maigret. Es posible que en otras narraciones alcanzara
mayores cotas literarias, pero las sencillas y entretenidísimas aventuras del orondo
comisario, siguen siendo mis preferidas.
El éxito alcanzado por el personaje
nacido en 1929, propició el que cuando se realiza esta película en 1933, ya se
han filmado otras dos adaptaciones sobre el personaje el año anterior: La nuit du Carrefour de Jean Renoir con
Pierre Renoir en el papel de Maigret
y la menos conocida Le chien jeune de
Jean Tarride protagonizada por su hermano Abel.
Aunque solo lo interpretara en una
ocasión, el Maigret de Harry Baur me
parece excelente. Baur que fue uno de los actores más famosos del cine francés
durante los años treinta, hoy apenas es recordado por su actuación como Jean
Valjean en la mejor adaptación de “Los
miserables”. Quizás su misteriosa muerte, acaecida durante la ocupación,
haya tapado un misterioso velo sobre su figura. Participó en dos películas de
una productora alemana afincada en París tras la ocupación y fue a rodar una tercera
en Alemania, donde se le fotografió viendo asistiendo a un discurso de Hitler
en Nuremberg. A su regreso fue acusado de judío por los periódicos franceses
antisemitas y fue detenido junto a su mujer por espacio de cuatro meses. Las
torturas de los interrogatorios y las duras condiciones de la reclusión debilitaron
tanto su salud que murió al año siguiente. Al menos es la versión oficial que
prevalece y que nadie ha podido poner en tela de juicio. Quizás el astuto
comisario hubiera podido desvelar este misterio.
Vista hoy ochenta años después de su
realización, la película fascina por su desenvoltura visual, creo que pocos filmes
comerciales contemporáneos, utilizan el lenguaje de las imágenes con tanta
audacia. Ya los títulos de crédito con la amenazante guillotina acercándose más
y más es mientras suena de fondo una triste canción que será el leiv motiv de
la cinta. A continuación nos ofrece una panorámica de una cocktelería llamada
Edén, donde al igual que en la madrileña Chicote, pululan señoritas de compañías.
Allí acude Willy Ferrière, señorito desocupado que ya no puede pagar sus
vicios, por lo que decide contratar a un sicario que asesine a su vieja y
adinerada tía, de la cual es el único heredero.
Un plano cenital nos muestra al “comparsa”
de la función, Joseph Heurtin al que da vida Alexandre Rignault, cuya anterior película había sido “La golfa” de Jean Renoir. Interpretará
a un ladrón de poca monta al que se le achacará el crimen. Sus movimientos
subiendo las escaleras, bajo el acertado uso de las sombras, le dan el aspecto
amenazador que se disipa al contemplar su asustado rostro al contemplar el cadáver
de la anciana. El autor material del hecho, es el atribulado Radek, un
refugiado checo, desahuciado por los médicos, que manipula al pobre
desgraciado. Este maquiavélico asesino es interpretado por Valéry Inkijinoff ,
protagonista de la famosa “Tempestad
sobre Asia” de Pudovkin, quien
fue acogido por el país galo, al renunciar a volver a la Unión Soviética,
decepcionado con el sistema comunista. Su cínico y cerebral personaje me
recuerda a algunas de las mejores actuaciones de Peter Lorre.
Como he dicho, buenas
interpretaciones, ambientes con sabor y soluciones visuales imaginativas (el
viaje de retorno en coche de Maigret con el acusado Heurtin, junto a sus
agentes Lucas y Janvier, se ofrece mostrando el paisaje que se observa desde el
auto, escuchando superpuestas los diálogos de los personajes) hacen muy
interesante este entretenido filme, obra de uno de los grandes maestros del
cine francés Julien Duvivier.
P.D. En 1949 se volvió a rodar esta historia con el nombre de
“El hombre de la Torre Eiffel” dirigía y protagonizada por Burgess Meredith,
estando el papel de Maigret a cargo de Charles Laughton). Otro de los grandes
intérpretes del cine francés Albert Prejean, encarnó interpretó al comisario en
tres filmes : Pipcus (1943) Cecil est norte (1944) Y Les caves de Majentie
(1945). Y por supuesto el más recordado de todos Jean Gabin: El comisario
Maigret (1958) Maigret en el caso de la condesa (1959) y Maigret terror del
hampa (1962)
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