miércoles, 26 de febrero de 2014

Pasíón de libertad (1940) Cary Grant hace la revolución

Siempre que se habla del cine histórico norteamericano, todo el mundo se hace la misma pregunta ¿Por qué las películas de la revolución americana, no tienen la brillantez de las ambientadas en la guerra civil? Lo cierto es que quizás con la excepción de la excelente serie de HBO “John Adams”, no podemos hablar de ninguna película redonda sobre el tema.
 
 

 
 
 
Uno de los títulos más desconocidos es esta “Pasión de libertad”, dirigida en 1940 por Frank Lloyd, que se suponía era la réplica del estudio a “Lo que el viento se llevó”. Pero Columbia no era Selznick asociada a MGM, ni los medios de que se dispuso podían siquiera acercarse. Al contrario que en la mítica película de Fleming, que utiliza una duración fuera de lo común para desarrollar la novela de Margaret Mitchell con amplitud, en esta ocasión se decidió condensar la también extensa obra de Elizabeth Page "The Tree of Liberty".
 
 
Pese al buen hacer de Sidney Buchman (Caballero sin espada, La pícara puritana, El difunto protesta) la limitación del tiempo en una obra tan vasta, le impidió dibujar mejor a los personajes, esquematizando en exceso una narración que hubiera podido ser memorable. La historia de Matt Howard, un granjero humilde que lucha por progresar en los tiempos anteriores a la secesión, y que se casa con una mujer de una condición social superior, tenía los suficientes elementos para una gran película.
 
 
Otro de los motivos por los que se suele criticar al filme, es la interpretación de Cary Grant, en el papel de rudo patriota, tan alejado del aire sofisticado de sus papeles más célebres. No obstante para la gente que conoció personalmente a Archie Leach, pensaban que esta caracterización junto a la de “Silvia scarlet” o “Gunga Din” reflejaban su auténtica personalidad. Empeñado en mostrar sus condiciones de actor serio, Grant quiso hacer este papel que resuelve con mucha dignidad.
 
Y es que pese a los peros a los que hemos aludido, esta película no merece en absoluto, los atroces comentarios que con frecuencia ha recibido. En ocasiones de parte de gente que no se ha tomado la molestia en verla. El mayor acierto del filme es sin duda la interpretación de  Cedric Hardwicke, como el aristocrático Fleetwood Peyton, némesis de Howard y hermano de su esposa que interpreta con solvencia Martha Scott, reemplazo de última hora cuando enfermó la protagonista inicial Joan Fontaine.
 
 
 
 
Otro título que rescatamos desde nuestro peculiar baúl de los recuerdos, merece la pena descubrir. Una historia ambientada, en uno de los momentos más trascendentales de la historia moderna, que consigue hacernos pasar un buen rato.
 
P.D. Martha Scott y Cedric Hardwicke formaron parte del extenso reparto de “Los diez mandamientos” de De Mille, ella interpretaba a la madre de Moisés y Hardwicke al faraón Setti.  En la otra gran epopeya protagonizada por Charlton Heston “Ben-Hur” Martha Scott volvió a hacer de su madre.

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