En este blog
tenemos el prurito de poner muchas películas desconocidas para el gran público.
Es una satisfacción el contaros nuevos descubrimiento y descubrir joyas que por
una razón u otra permanecían en el olvido. En este caso no obstante, me he decidido
hoy a escribir sobre una maravillosa comedia del gran Billy Wilder.
“Avanti” (lo
cierto es que me resisto a poner su espantoso título en castellano) es una de
las películas más románticas de su filmografía. Posee un tono melancólico que
la emparenta con su anterior película “La
vida privada de Sherlock Holmes”. Pero a diferencia de esta no utilizó
actores poco conocidos, dando el papel principal a su actor fetiche Jack Lemmon. Probablemente el mejor
intérprete de las cintas de Wilder, que justo en su siguiente película ganaría
el oscar por “Salvad al tigre”.
Quizás el tono
más dramático de ese papel influyera en los miembros de la academia, pero por
lo que a mí respecta, me quedo con su interpretación de Wendell Armbruster, Jr.,
hijo de un magnate de las finanzas fallecido en accidente durante sus
vacaciones anuales en Italia. Wendell es un típico hombre de negocios
norteamericano, acostumbrado a una vida presidida por estrictos códigos de
conducta. Cuando se dirige a Ischia, una preciosa isla del golfo de Nápoles,
conoce a Pamela Piggott, la hija de la mujer fallecida cuando acompañaba a su
padre en el accidente de tráfico.
El choque de
trenes entre el conservador Wendell y la sentimental Pamela, acabará
convirtiéndose en una bella historia de amor, tan romántica como la que habían
protagonizado sus padres. Juliet Mills
divina en su papel de Pamela, se había iniciado en el cine espoleada por el
éxito de su hermana menor Hailey,
protagonista de varios clásicos de Disney como
“Polyanna”, “Tu a Boston y yo a
California” y “Los hijos del Capitán Grant”. Rostro habitual de la
televisión, estuvo francamente bien compartiendo cartel con James Stewart y Maureen O´hara en “Una dama
entre vaqueros”. El tercero en discordia del reparto Clive Revill , actor británico nacido en Nueva Zelanda, interpreta
a Carlo Carlucci, el eficiente
director del Hotel Excelsior, capaz de gestionar las misiones más
comprometidas.
La película
tomaba como base una obra de Samuel A.
Taylor estrenada en 1968. Anteriormente había participado con Wilder en el
guion de su película Sabrina,
adaptación de su pieza teatral Sabrina Fair. Otra de sus grandes contribuciones
al mundo del cine fue colaborar en la escritura de “Vértigo” la obra maestra de Hitchcock.
Para acabar de
darle el aire romántico a esta maravillosa película, Carlo Rustichelli compuso una hermosa banda sonora. El compositor
italiano que ya había trabajado con lo
más granado de los directores de su patria (Monicelli, Germi, Bertolucci, Pasolini) utiliza como leiv motiv la
canción “Sensa fine”, una
composición del famoso cantautor genovés Gino
Paoli de 1961 y que ya se utilizó en
una película tan dispar de esta como es “El
vuelo del Fenix” de Robert Aldrich
con James Stewart.
Sin fin,
tú arrastras nuestra vida,
sin un instante de respiro
para soñar
para poder recordar
lo que ya hemos vivido
Sin fin,
tú eres un instante sin fin
no tienes ayer y no tienes
mañana
todo ya está
en tus manos, manos grandes
manos sin fin.
No me importa la luna
no me importan las estrellas
Tú para mí eres luna y
estrellas,
tú para mí eres sol y cielo
tú para mí eres todo,
tolo lo que quiero tener.
No me importa la luna,
no me importan las estrellas
Tú para mí eres luna y estrellas
tú para mí eres sol y cielo,
tú para mí eres todo,
todo lo que quiero tener.
Sin fin...
No hay comentarios:
Publicar un comentario