Nunca acabé de
entender la pasión que sienten los norteamericanos por el beisbol. Mira que he
intentado comprender sus reglas, encontrarle emoción, no veo la manera. Y eso
que precisamente por ser su deporte nacional, el beisbol ha dado lugar a
grandes películas. Sin tener que tirar de hemeroteca, se me viene a la memoria
dos títulos de Sam Wood magníficos: “El orgullo de los yanquis” y “La historia
de Stratton” con dos estrellas del talento de Gary Cooper y James Stewart. Otro título menos conocido pero
asimismo estupendo es el musical “Llévame
a ver el partido” de Busby Berkley con
Gene Kelly, Esther Williams y Frank Sinatra. En el cine contemporáneo son
destacables “El mejor” con un
estupendo Robert Redford y “The
Bave” donde John Goodman interpretaba
al mítico Babe Ruth.
En los años
veinte Babe Ruth estaba en su apogeo, no es extraño por tanto que apareciera en
la cinta de Lloyd “Relámpago”. El cómico norteamericano entusiasta de los
deportes, ya había dado un homenaje al futbol americano, en el trepidante final
de “El estudiante novato” su filme
más popular de la década. En esta, su última producción silente utiliza como
título “Speedy”, el apelativo por el
que era familiarmente conocido.
El Speedy de
la ficción, es un joven fanático del beisbol que pierde todos los empleos, por
su desmedida afición. Este muchacho con la cabeza a pájaros, pero de grandes
ideales, se enamora perdidamente de Jane, la hija de Pop Dillon, propietario de
un tranvía de caballos. Cuando una red de corruptos políticos y financieros
intentan acabar con la línea del tranvía, Speedy convocará a todo el barrio,
para que se enfrente a ellos.
Con un ritmo
sensacional de principio a fin, la cinta contiene innumerables gags de entre lo
mejor de Lloyd. A destacar entre ellos, los incluidos en la excursión a Coney
Island. Esta cinta es un homenaje al beisbol, a las causas perdidas y a la
ciudad de los rascacielos, donde ser rodó íntegramente. Si quieren palpar el
ambiente que se vivía en Nueva York unos meses antes del fatídico crack de la
bolsa, “Relámpago” se lo muestra, mientras les hace reír, a lo largo de hora y
media.
P.D. La heroína del filme Ann
Cristie tuvo una carrera errática en el cine. Se dio a conocer en una de las
mejores cintas de Harry Langdom “Sus primeros pantalones”, tras lo que rodó
unos cortos cómicos en la Paramount. Allí fue descubierta por Harold Lloyd que
le dio la oportunidad de coprotagonizar esta cinta. Lamentablemente sus
posteriores actuaciones la relegaron a películas de la serie B.
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