viernes, 14 de febrero de 2014

El día de los enamorados (1959) Treinta años sin Jorge Rigaud.

Me podéis acusar de facilón con la entrada de hoy, y tenéis más razón que un santo. No llevo la cuenta de la cantidad de títulos que he barajado para conmemorar este día. Los hay de todos los gustos y colores, desde las diversas adaptaciones de “Romeo y Julieta” a ese amor conmovedor de solterones de Brooklyn en “Marty”. Pero tras darle muchas vueltas decidí quedarme en casa, en nuestro cine, que hace sólo unos pocos días acaba de celebrar su anual fiesta de los Goya.
Y me decidí por esta entrañable comedia de Fernando Palacios, autor de otro de los grandes hits del cine español “La gran familia” (http://ramonnovarr.blogspot.com.es/2013/12/la-gran-familia-1962-chencho-hijo-mio.html). Un director que tuvo sus mejores resultados bajo los auspicios del gran Pedro Masó, uno de los mejores productores que ha tenido nuestro cine y un acertado guionista. Igual que el anterior filme anteriormente citado, la influencia del gran Frank Capra es evidente en este relato de cuatro parejas de enamorados, cuyos entuertos debe solucionar un santo vestido como un ejecutivo de la City.

La idea de dar un aspecto contemporáneo y elegante a la figura del santo, tenía precedentes en el cine, muy recientemente Luis García Berlanga había convertido al actor Richard Basehart, en un moderno San Dimas, en su magnífica “Los jueves milagro”. En este caso el actor elegido fue Jorge Rigaud, un trotamundos natural de Buenos Aires que llevaba más de un cuarto de siglo en el mundo del cine. Empezó su carrera en Francia donde rodó un buen número de títulos, trabajando a las órdenes de Clair y Renoir entre otros. También rodó en su Argentina natal y en Italia, hasta instalarse definitivamente en España en 1956. Estupendo secundario, encarnando a este peculiar santo consiguió exhibir en su plenitud todas sus dotes de actor.
 
 
El multiestelar reparto coincidía en gran medida con los mismos nombres que ya habían trabajado en el anterior éxito de Pedro Masó “Las chicas de la Cruz roja”: Antonio Casal, Conchita Velasco, Tony Leblanc, Mabel Karr, Katia Loritz, Pedro Porcel. A los que se añadía a María Mahor, Manolo Gómez Bur, Tip y Top, Antonio Riquelme…..
 
 
El músico más popular de la época Augusto Algueró, fue el encargado de escribir la canción que fue popularizada en diferentes versiones. En la película sonaba en la versión de “Los Globbetrotters” un trío musical, luego convertido en dúo de efímera existencia. Pero quizás la más popular de todas es la que grabara la cantante chilena Monna Bell, para el sello Hispavox. Un tema que sigue siendo referente para este día de San Valentín. Esta tradición anglosajona introducida en España por el avispado empresario “Pepín Fernández” dueño de la desaparecida “Galerías preciados”,  acabó arraigando en nuestra sociedad en gran parte, gracias a esta divertida película, tan inocua como grata de ver.
 
La entrada de hoy está dedicada a todos, porque todos sentimos, hemos sentido o sentiremos, ese maravilloso sentimiento al que llamamos amor. Y por supuesto quiero que sea un pequeño homenaje a Jorge Rigaud, del que se cumplen treinta años de su desaparicón, que desde el cielo nos observa junto a San Valentín.
 
P.D. Jorge Rigaud tuvo un trágico final, al ser atropellado por una motocicleta y no recibir la asistencia debida en el “Hospital Provincial” de Madrid. Después de darle el alta falleció dos días después de un paro cardíaco en un hospital geriátrico privado, al que llegó en condiciones deplorables. El gerente del hospital público se escudó diciendo que  "Nuestro hospital, dada la carencia de camas que sufrimos, no puede convertirse en un asilo de ancianos y mendigos". Un pasado que treinta años después parece que vuelve. (http://elpais.com/diario/1984/01/20/madrid/443449455_850215.html)

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