viernes, 21 de febrero de 2014

El príncipe valiente (1954) El genio de Hal Foster.


El sábado 13 de Febrero de 1937, salió por primera vez a la luz en los periódicos norteamericanos un comic que hizo historia “Prince Valiant in the days of the King Arthur”. El personaje nacido de la inventiva del gran  Harold Foster, un dibujante publicitario que tras el crack del 29 decidió dedicarse al mundo de la historieta, para poder mantener el acomodado nivel de vida que gozaba su familia. Entre 1931 y 1937 las páginas dominicales a todo color dibujadas por Foster con el personaje de Tarzán, se hicieron muy populares. Dueño de un estilo elegante y preciosista, Foster alcanzaría el cenit de su arte con el relato de un príncipe vikingo en la idealizada corte del Rey Arturo.


Durante años el dibujante canadiense fue forjando una saga que se iniciaba con la profética maldición de la bruja Orrit: Nunca alcanzarás la paz. Eso llevará a Valiente a una diáspora que lo llevará a sobrepasar los confines del mundo conocido. Una narración donde la fantasía se combinará con acontecimientos históricos claves en el devenir del mundo antiguo.


La popularidad de la a partir de 1938, página dominical de Hal Foster, a principios de los años cincuenta se hallaba en su máximo apogeo. Por lo que parecía irremediable su paso al cine al igual que lo habían hecho otros héroes del comic como Flash Gordon o Superman. Pero mientras la mayoría de estas adaptaciones se habían realizado bajo el formato de seriales de bajo presupuesto, la Fox produciría una cinta  de primer nivel en Technicolor y Cinemascope.
 

 

 
 
 
Desgraciadamente para los aficionados a la obra de Foster, la película deja mucho que desear, estando muy alejada del espíritu del original. El guion de Dudlley Nichols aunque narra situaciones contadas en el comic, las transforma en una cinta de aventuras tópica, que es sin embargo muy divertida y con acertados diálogos de comedia.
 
 
 
Su director Henry Hathaway, pese a su idoneidad para el género de aventuras, tampoco quedó demasiado contento con el resultado, en especial por la interpretación de Robert Wagner, en el papel protagonista. A decir verdad la actuación de Wagner, elegido principalmente por el gran parecido físico con el héroe de ficción, es lo más flojo de un reparto en el que brillan especialmente Sterling Hayden y el malvado de la función James Mason. Anotar también a las bellas Janet Leigh y Debra Paget, y el siempre estimulante Victor McLaglen.
 
 
Ni el vestuario, decorados y paisajes guardaban mucha semejanza con la espectacular iconografía de Foster. Tampoco aparecen las escenas de batalla, reducidas a la escena final del asalto a la fortaleza de Thule. ¿Quiere decir esto que hablamos de una mala película? En absoluto, “El príncipe valiente” es una excelente cinta de aventuras, que entretiene de principio a fin. Si le hubieran puesto otro título seria perfecta.
 
 
 
P.D.  Una de los mejores aciertos del filme es la épica banda sonora de Franz Waxman, autor de la música de filmes tan emblemáticos como Rebeca y El crepúsculo de los dioses.
 
 
 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario