lunes, 2 de diciembre de 2013

Lobos del norte (1938) La pesca del salmón en Alaska.

 

Para ser un buen director tienes que ser un hijo de puta. Soy un hijo de puta y lo sé

Esta rotunda afirmación es de Henry Hathaway, uno de los directores más versátiles de la historia del cine. Encasillado por la crítica como un especialista en películas de aventuras, lo cierto es que su extensa filmografía toca todos los géneros del cine clásico. Desde el romanticismo exacerbado de “Sueño de amor eterno” (1935) a la desesperada cinta de cine negro “El beso de la muerte” (1947) o el western crepuscular “Valor de ley”, la obra del cineasta norteamericano si en algo no peca es de monolítica.


Famoso por ser implacable con los actores, también es cierto que en muchas ocasiones sacó lo mejor de ellos, proporcionándoles papeles que fueron determinantes para su carrera. Por ejemplo la pérfida Rose en “Niágara” que convirtió en estrella a Marilyn Monroe. Gary Cooper, John Wayne, Carole Lombard, James Stewart, Richard Widmark y hasta Shirley Temple brillaron en sus películas.


Henry Fonda era uno de los mayores talentos emergentes de Hollywood, para cuando rueda este filme, ya ha protagonizado el desasosegador thriller de Fritz Lang “Solo se vive una vez” y acompañado a Bette Davis en la famosa “Jezabel” de William Wyller. Había coincidido anteriormente con Hathaway en una de las primeras producciones rodadas en Technicolor “El camino del pino solitario”. También repetía con el duro director George Raft, en otra estupenda muestra de cine de aventuras “Almas en el mar” donde la estrella era Gary Cooper.
 
 
 
 

 
Rodada en los majestuosos escenarios naturales de Alaska, sitúa su acción en la segunda década del siglo XX, cuando la pesca del salmón se convierte en la principal fuente de ingresos de tan agreste territorio. En este marco la amistad entre Tyler Dawson (George Raft) y Jim Kimmerlee (Henry Fonda) dos marineros de raza, se romperá cuando Tyler opta por seguir la senda de la piratería, para así robar el fruto del duro trabajo, de honrados pescadores como Jim. Este que es el conflicto primordial de la cinta, se ve aderezado con las intrigas románticas en las que participa la bella camarera Nicky ,a la que da vida una bellísima Dorothy Lamour, y la elegante Dian di Turlon (Louise Platt), hija del director del periódico local, un notable John Barrymore.
 
 
 
Pese a su estupendo reparto,  la auténtica estrella de la película es “Slicker”, un león marino capaz de hacer cosas realmente sorprendentes. La famosa  foca “Luisa” que participaba en la legendaria “El mundo en sus manos”, parece un simple aprendiz, ante el virtuosismo del que hace gala  Slicker. Su entrañable actuación, viene a sumarse a las excelencias que posee este fantástico filme de aventuras, pleno de escenas de acción e imaginativos efectos especiales.
                                      Precioso video homenaje a Dorothy Lamour

 

 

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