Si hay una
obra literaria representativa de este día, esa es sin duda el cuento navideño
de Charles Dickens. Desde su
publicación en 1843, ha sido fuente de adaptaciones de todo tipo. Seria prolijo
extenderse en las innumerables versiones cinematográficas que hasta el día de
hoy se han dado. Como estamos en una fecha tan celebrada, donde los compromisos
sociales y familiares nos hurtan todo el tiempo, me he decidido por recomendar
directamente, la que creo mejor película inspirada en la novela.
Brian Desmond Hurst, cuando dirigió
esta cinta llevaba tras de sí, una agitada biografía. Combatiente en la gran
guerra, participó en la desastrosa acción de la batalla de Gallipolli. Después
de esa terrible experiencia, al regresar a su natal Irlanda, pudo comprobar el
clima de enfrentamiento que le determinó a recorrer el mundo. Su diáspora
terminó en Hollywood donde aprendió el oficio de director al lado del gran John Ford. La fuerte amistad de ambos
siguió hasta la muerte de Ford en 1973. Autor de la primera película sonora
irlandesa, pronto sus atrevidos temas, le granjearon problemas con la censura,
tanto en Irlanda del norte, como en el resto de la Gran Bretaña. Durante la
segunda guerra mundial filmó documentales y largometrajes de contenido bélico
que fueron muy populares.
Una
popularidad que a día de hoy permanece, gracias a ser el director de “Scrooge”. Rodada en un apropiado blanco
y negro, cuenta con el brillante guion de Noel
Langley, un escitor sudafricano, participante en filmes tan dispares como “El mago de OZ”, “Paso del noroeste” o la demoledora cinta de cine negro británica
“Me hicieron un fugitivo”. La estética naturalista, de los decorados de Ralph W. Brinton, nos ayuda a situarnos
en ese Londres victoriano, que con tal fidelidad retrata. Una ciudad brutal
donde muchos no escapan a la miseria.
Pero la gran
baza del filme, es sin lugar a dudas, la creación que hace Alastair Sim del avaro Scrooge. Actor de enorme popularidad en el reino unido,
sus películas en el exterior comúnmente han pasado desapercibidas. Profesor de
elocución de la Universidad de Edimburgo, llegó a ser rector de ella, ganándole
las elecciones al luego futuro primer ministro británico Harold Macmillan. Especializado en el género de la comedía ligera,
fue la determinación del director Desmond Hurst, quien le propició su papel más
recordado. Sim fue la inspiración que Alec
Guinness, para componer su personaje en “El quinteto de la muerte”. Uno de los escasos papeles que traspasó
las islas británicas, fue el del padre marinero de Jean Wyman, en la cinta de Hitchcock
“Pánico en la escena”.
Aunque todos recordéis
de memoria la historia, pese a que la
hayáis visto de mil formas diferentes, solo hasta que conozcáis esta vieja
cinta británica, no descubriréis al auténtico Scrooge.
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