domingo, 29 de diciembre de 2013

Una tarde en el circo (1939) El fabuloso mundo de Los Hermanos Marx

 

Groucho Marx cual mosca caminando sobre el techo de la pared, es la primera nítida imagen que  tengo del cine de Los Hermanos Marx. Sucedió  como otros de estos recuerdos, en el más que centenario, Teatro Bretón de mi ciudad. Con los años mi admiración por estos geniales cómicos no  ha hecho más que aumentar.  En comparación con otros humoristas, su filmografía es breve, pero quizás por ello de mejor calidad.


“Una tarde en el circo” es la primera cinta, que los Marx rodaron con su nuevo contrato en MGM. El año anterior habían rodado en RKO la divertida “El hotel de los líos” con una producción bastante discreta. Nada tenía que ver con las lujosas cintas que habían realizado, con el productor Irving Thalberg para la compañía del león. Esas dos comedias  Una noche en la ópera” y “Un día en las carreras” representaron el momento más álgido de popularidad de los hermanos entre el público.


Pero en 1939 las cosas habían cambiado mucho, Thalberg fallecido dos años atrás, ya no podía protegerles. Su independencia artística se redujo considerablemente, y sabían que no eran del agrado del ceñudo Louis B. Mayer el todopoderoso director del estudio. Afortunadamente Mervin Le Roy, yerno del magnate, se encargó de la producción del filme, dotándolo de los medios suficientes para lograr un producto de calidad. Nada que ver con las cintas de bajo costo, que eran habituales en otros cómicos contemporáneos.



Buster Keaton, que ahora subsistía elaborando gags para MGM, no acabó de encajar con el estilo indómito de los tres hermanos. Sé que vosotros lo hacéis solos perfectamente, pero Mayer me paga por esto les dijo. Algo de su ingenio no obstante quedó en la elaboración de algunos de los momentos más divertidos del filme.

Como en otras cintas de los Marx, una pareja de jóvenes enamorados compartían cartel con ellos. Aquí ya no estaban los glamurosos Allan Jones y Maureen O´Sullivan (la hermosa Jane) que coprotagonizaron su última producción con Thalberg. Se tuvieron que conformar con Florence Rice, una actriz de comedia que tuvo una carrera de muy poco fuste y Kenny Baker un popular cantante de radio, que se dio a conocer en el famoso show de Jack Benny, tras lo que emprendería una carrera en el cine que incluye, además de esta cinta, títulos tan conocidos como “The mikado” y “Las chicas Harvey” con Judy Garland.

 

 

Curiosamente los dos mejores canciones de la cinta son interpretadas por Harpo y Groucho. El silencioso cómico interpreta “Blue Moon” todo un standard de la música norteamericana. Compuesta en 1933 por Rodgers y Hart para una cinta de Jean Harlow, fue otra vez utilizada en la famosa “El enemigo público número uno”. En ambos casos con letras distintas, la que hoy conocemos es la tercera versión, que se quedó como definitiva y ha sido grabado en multitud de ocasiones por artistas bien diferentes. Harpo hace una deliciosa adaptación en forma de blues, acompañado por un estupendo coro de cantantes de color. La otra canción si fue creada para la cinta, por los célebres Harold Arlen y Yip Harburg, que en esos momentos componían las canciones de El mago de Oz. “Lydia the Tattooed Lady”, es para mí el mejor tema  escrito para Groucho Marx, donde exhibe todo su repertorio humorístico, narrando su aventura con esta mujer que tiene en su cuerpo tatuado tantos elementos: La batallad de Waterloo, El naufragio del Esperus, Washington cruzando el Delaware , El presidente Andrew Jackson , Niagara , Alcatraz , Buffalo Bill , Picasso , El Capitán Spaulding explorando  el Amazonas (divertida alusión al personaje de Groucho en El conflicto de los Marx) entre otros muchos nombres, lugares, o palabras. Este jocoso tema lo interpretó Groucho con asiduidad y fue frecuentado por muchos otros artistas. En el cine también volvió a aparecer en distintas ocasiones, siendo quizás la más célebre “Historias de Filadelfia” donde la actriz infantil Virginia Weidler, aporrea el piano interpretando la canción.


Otro de los elementos esenciales en las mejores películas de los hermanos Marx, es la presencia de Margaret Dumond, interpretando a Sussana Dukesbury, la tía millonaria del idealista Jeff (Kenny Baker) que ha comprado un circo al enamorarse de la bella caballista Julie (Florence Rice). Groucho y sus hermanos intentaran convencer a la rica dama, de que ayude a su sobrino a mantener el circo, cuando se queda sin dinero, al ser asaltado por unos facinerosos.


El estupendo final de la cinta, con una orquesta sinfónica tocando con fervor Lohengrin, ignorantes de que Harpo ha soltado amarras y están cruzando el Océano, es inolvidable. Obra del ingenio del estimable escritor Irving Brecher, que contribuyó junto al otrora artista del vodevil Edward Buzzell, ahora director, al resultado final de esta muy estimable cinta de los Hermanos Marx.
 

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